Visitando la exposición “Telefonistas. El mundo en sus manos» en las salas de Espacio de la Fundación Telefónica en Madrid, un homenaje al importante papel que desempeñaron las telefonistas, se puede observar en una vitrina el curioso aparato que da título a esta entrada: el calculógrafo.
El servicio telefónico tiene pormenores interesantes que escapan a la observación de la mayoría, pero que son dignos de conocerse.
Así comienza un interesante artículo de la Revista Telefónica Española del año 1929, dedicado a los «aparatos pequeños que efectúan grandes servicios» y concretamente, en esta ocasión al Calculógrafo.
Como se puede ver con todo detalle en dicho articulo (que podeis descargar aquí RTE Calculógrafo marzo1929), el Calculógrafo, es básicamente un reloj acoplado con un mecanismo impresor de tickets para contabilizar con precisión el tiempo de duración de las llamadas interurbanas, cuando estas se establecían manualmente. La implantación de estos equipos en los cuadros de las telefonistas, vino a mejorar grandemente la calidad de la tarificación de las llamadas, reduciendo los errores humanos de cálculo.
El equipamiento de estos elementos era función del tráfico atendido en las posiciones de operación, típicamente un calculógrafo por cada dos telefonistas. El mecanismo podía ser de cuerda o eléctrico.
El modelo expuesto parece ser un «Calculagraph model 6» fabricado por la Calculagraph Company de New Jersey (USA). Podeis descargaros aquí, el manual de instrucciones de dicho modelo.
En este otro enlace, tenéis la descripción de otro modelo más moderno, en este caso eléctrico, pero que mantenía el formato de impresión de los tickets de las conferencias, con sus típicas tres coronas.
Estos enlaces proceden de la magnífica web Telephone Collectors International, TCI Library.
La primera patente del Calculógrafo fue inscrita por el relojero Henry Abbott (1850-1943) el 25 de Mayo de 1897 en Estados Unidos. Más datos sobre el tema en este estupendo sitio.
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