Hispania, último lustro del siglo XX, el plan de despliegue del proyecto MORE (MOdernización de Registrador Electromecánico), prolongando la vida útil de las centrales telefónicas electromecánicas unos cuantos años, ha resultado un éxito. Los viejos técnicos de planta, que fuimos partícipes de esta transformación sospechábamos que ésta sería la última actuación sobre estos equipos que, con su sonido, nos decían si todo iba bien o por lo contrario, algo fallaba. Por paradojas de la vida, eso no fue así.
Ya hemos hablado alguna vez aquí del MORE y cómo prolongó la vida útil de las centrales analógicas; en esta ocasión comentaremos un curioso fenómeno que ocurrió con motivo de popularizarse las nuevas tecnologías y cambiar el modelo de ocupación de los enlaces entre centrales. Al poco tiempo de concluirse el despliegue, recibimos órdenes de inventariar todos los enlaces de salida de las centrales analógicas que se iban desmontando por no haber entrado dentro del plan de modernización del MORE. ¿A qué era debida esta decisión aparentemente anacrónica?

Las centrales se unían entre sí mediante enlaces, los enlaces de salida eran los órganos que unían las centrales analógicas a otras centrales para conducir el tráfico saliente; cada enlace sólo podía soportar una comunicación; al ser un servicio medido por el tiempo de ocupación, los usuarios tenían mucho cuidado que las conversaciones duraran el mínimo imprescindible y por las noches el tráfico y la ocupación era mínima o inexistente.
A finales de 1995 se puso en servicio Infovía, que ya hemos comentado en una anterior entrada, el servicio popularizó Internet al tener una tarifa reducida que permitía a los usuarios descargarse todo tipo de archivos a la «vertiginosa» velocidad de 9.600 bps (que con el tiempo llegaron a los 56.000 bps), con esas velocidades las descargas podían durar varias horas. Esto creó un cambio radical en la ocupación de los enlaces, ya que las descargas de archivos ocupaban durante horas los enlaces saturando los caminos de salida de las llamadas y ocasionando congestiones que afectaban peligrosamente al servicio. Por la noche la saturación era importante, pues era costumbre dejar el PC conectado para descargarse películas y verlas posteriormente en local, seguro que muchos de aquellos usuarios se acordaron de toda la Telefónica al darse cuenta, al día siguiente, que la descarga no se había completado.
Este cambio radical de comportamiento ponía en peligro el éxito de la modernización de las centrales analógicas, teniendo que recurrir a soluciones de emergencia como el reciclaje de equipos listos para el desguace, trasladándolos e instalándolos en las centrales MORE. En definitiva, había que ampliar enlaces, ¡que eran analógicos! y por tanto instalar los elementos necesarios para ello.
Esta necesidad extrema de enlaces fue decreciendo a medida que otra tecnología, el ADSL, se fue introduciendo a principios de la década de 2000, haciendo innecesarios ya esos equipos añadidos, al segregarse los datos, que dejaron de pasar por la red pública de telefonía. Eso se hacía en los propios nuevos equipos de ADSL, que incorporaban unos filtros (parte superior de la siguiente fotografía) para separar los datos de las frecuencias de fonía.

En una etapa de transición a una nueva tecnología es una práctica normal reubicar equipos obsoletos, pues los cambios se hacen de manera escalonada. Algo parecido ocurrió unos años después al sustituir los accesos de cobre y el ADSL por los nuevos accesos de fibra óptica y los equipos FTTH; mientras que en algunas centrales sobraba equipamiento de ADSL, en otras, en las que el despliegue de la fibra no se había realizado, había alta demanda de equipos ADSL y se optó por trasladar los equipos sobrantes a otros lugares para satisfacer dicha demanda.
De nuevo hubo que desarrollar una actividad de fino «encaje de bolillos» en la gestión de los recursos existentes, en la que las empresas instaladoras del sector demostraron tener una alta cualificación.
Referencias:
CONGOSTO, M. (2019). MORE: Un avance hacia la digitalización. En J. M. (coord.), Telefonía Rural (págs. 53-63). Madrid: Asociación Española de Ingenieros de telecomunicación.
Telefónica «apaga» su última central MORE de España (27-12-2012 Manresa Bonavista )
Telefónica España ha realizado la migración de líneas de la última central MORE en servicio en España, en concreto, la central de Manresa /Bonavista en la provincia de Barcelona. Con ello se ha producido el apagado tecnológico del Sistema de conmutación MORE, el último electromecánico que quedaba.
Para conmemorar este momento histórico, Juan Antonio Turrero, Director de Supervisión y Operación de Red, y Vicente Pando, Director de Operaciones de Cataluña, han asistido al apagado acompañados de gran parte del equipo que ha participado en los trabajos, así como una representación de los trabajadores que, a lo largo de la historia de la Central han trabajado en ella, entre los que destacaba uno de sus primeros Operadores y su primer Encargado en el año 1966, Juventino Ferrás. Con este acto se ha querido homenajear y agradecer a todos y cada uno de los profesionales de Telefónica que han explotado este Sistema y a todos los que han colaborado para poderlo apagar en 2012.
Publicado en la Intranet de Telefónica
Gracias Juanjo por el apunte, estuve trabajando en varias ocasiones en esa central y llegué a conocer a Juventino Ferrás y seguro que a más de uno de los operadores y mecánicos que asistieron a esta despedida.