Como no puede ser de otra forma, siempre que se nos presenta la ocasión, hay que volver a los museos.
Después de una primera visita en febrero de 2013, de la cual nos trajimos una buena galería de fotos e información suficiente para hacer una obligada reseña en el apartado de Patrimonio y en nuestra ponencia en el congreso del TICCIH de 2013, nos hemos pasado de nuevo por Canena en la andaluza provincia de Jaén, de nuevo aprovechando estos días navideños.
El Museo, creado por la iniciativa del Ayuntamiento de Canena, la Fundación Telefónica y de un puñado de telefónicos oriundos del lugar, fue inaugurado en diciembre de 2010, y ha cumplido en estas fechas su cuarto aniversario.
Atendidos cordialmente por Pedro Reyes, uno de los apasionados conservadores de este excepcional museo, repasamos cada una de las piezas que se exponen, comentando su utilidad y en algunos casos observando su funcionamiento. Allí aún se puede escuchar el rumor de un equipo rotatorio en funcionamiento o la secuencia de actuación de los relés de una maqueta de barras cruzadas al establecerse una llamada real entre dos aparatos telefónicos.
Menos vistoso pero no menos interesante (por aquello de que no se mueve nada, aunque también es que me sale el espíritu de «latero»), es la contemplación de los equipos de la segunda planta dedicada a la Transmisión. Entre dos esquinas de la misma se ha reproducido con destreza un tendido de lineas y sistemas de Baja Frecuencia sobre hilo desnudo, y los diferentes tipos de cables, de pares, coaxiales y de fibra óptica, o los submarinos, la radio y los satélites, así como las diferentes tecnologías de multiplexación, y codificación tienen su digna representación en la sala. De todos ellos terminaremos contando algo.
Destacamos en esta entrada, un curioso elemento:
- El primer teléfono empleado en Canena, en una línea de servicio con la central hidroeléctrica del Vado de las Ollas en el rio Guadalimar (cedido por Eléctra La Loma). Fabricado por Standard Eléctrica en las instalaciones de Ramirez de Prado en Madrid, estuvo en servicio desde la década de los años 1910/20 hasta los 60 del siglo pasado (después fue «modernizado» añadiéndole un disco de marcar). Destacan las medidas de seguridad que se le añadieron para asegurar el aislamiento del usuario: micro totalmente aislado, auricular a través de un tubo de goma, y la «peana» con aisladores de 25.000 voltios para evitar cualquier riesgo cuando se actuaba sobre la magneto para producir la corriente de llamada .
En fin, un imprescindible museo sobre la historia de las telecomunicaciones en nuestro país, de entre los pocos de que disponemos (véase la página de Patrimonio) que hay que mantener y ampliar (en nuestra opinión hay espacio disponible aún) y que debe incluirse en la Red de Museos de la Junta de Andalucía, con todos los derechos, promocionándose su visita, que se puede concertar llamando a los números 953770161 o 651696256 o bien los lunes por la tarde.
Aprovechamos la fecha para desear a todos los que nos leen y siguen, un estupendo año 2015, y muchos más de fructíferos avances en el conocimiento y conservación de nuestra historia de las telecomunicaciones.
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