Vicisitudes del Teléfono en la Guerra Civil Española

Entre las fuentes secundarias que hemos encontrado en la búsqueda de información sobre lo acaecido durante la Guerra Civil, a las empresas de Telecomunicaciones en nuestro país, destaca el trabajo al que nos referimos en esta ocasión.

Se trata de los artículos publicados por Juan de Salas y Merlé, en la Sección de Comunicaciones eléctricas de la revista Anales de Mecánica y Electricidad.

El trabajo titulado “Vicisitudes del Teléfono en la Guerra de España”, se publicó en tres entregas en la citada revista del ICAI (tomo XVIII, fascículos 4º, 5º y 6º, páginas 249-253, 311-319 y 366-380, editadas entre julio y diciembre de 1941).

En nuestra opinión, este documento se puede considerar realmente como una fuente primaria, debido a la cercanía de la fecha de su publicación a la del final de la contienda, por el hecho de que su propio autor haya sido protagonista en parte de lo que se cuenta, y por la escasez de documentos similares, que hayamos podido encontrar.Vicisitudes1

Sobre el autor

Poca información tenemos del autor, Juan de Salas y Merlé, aparte de la que de él mismo se nos cuenta en estos artículos.

Empleado de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), le sorprende la rebelión de julio de 1936 en Madrid, donde es encarcelado después de ser despedido de la compañía, sin que se expliquen las causas. Al parecer, al poco escapó pasando a la zona controlada por los nacionalistas, donde fue readmitido en la Compañía Telefónica, desarrollando a partir de entonces una importante actividad durante el conflicto, ocupando un puesto de Jefe en el Grupo I de Técnicos.
Cuando se publican estos artículos en 1941, había dejado la empresa telefónica y trabajaba en Unión Española de Explosivos S.A, sin que se expliquen las razones del cambio.

Al margen, y como resultado de nuestra investigación, consultando diversas fuentes hemos conseguido los siguientes datos biográficos.

Juan de Salas Merlé nació el 7 de diciembre de 1903 en Cardiff (Inglaterra) de padre diplomático. Estudió ingeniería electromecánica en el ICAI, e ingresó en la CTNE en 1926. Contrajo matrimonio en Zaragoza en 1935, con María Elena Castellano y Vivanco, matrimonio por el cual años más tarde, heredarían el título de Marqués de Montecastro y Llanahermosa. Durante la guerra y después de su salida de Madrid en 1937, se estableció en Valladolid, volviendo a la capital una vez terminada aquella. Obtuvo el titulo de Doctor Ingeniero del ICAI y ostentó diversos cargos en la Asociación y en el Colegio de Ingenieros del ICAI, al menos hasta finales de los años 60, destacando por su actividad como articulista y por su participación en el Comité de Redacción de la citada revista Anales de Mecánica y Electricidad. En 1965 se le concede el ingreso en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Falleció en Madrid el 7 de noviembre de 1990. Dos de sus hijos, Juan Tomas Salas (1938-2000) y Alfonso Salas (1943) actual Marqués, fueron personajes relevantes de la historia del periodismo en España durante la Transición.

Sin duda se trata de un muy interesante protagonista de la Historia de la Telefonía en España, sobre el que merecerá la pena insistir.

Parte de esta información proviene de los expedientes de su procesamiento “por desafección al régimen” ante los Tribunales y Jurados Populares de Madrid en 1937, que hemos podido consultar en el Archivo Histórico Nacional (Expte. nº 264 instruido contra SALAS MERLE, Juan por el delito/s de Desafección al Régimen. Archivo Histórico Nacional,FC-CAUSA_GENERAL,245,Exp.2).

Hemos encontrado referencias al “ingeniero Salas” en un interesante escrito de 27 de julio de 1938 firmado por Demetrio Mestre entonces Subdirector General de CTNE al alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, en relación con la interconexión con la red provincial de Guipúzcoa (Documento  del Archivo municipal de Donostia-San Sebastián,  Imagen23_AytoSS  de nuestro catalogo de documentos de la Guerra Civil), y también en la propuesta de estructura de la CTNE, como Delegado de Madrid, que presenta Sosthenes Bhen al Consejo extraordinario de la CTNE de fecha 6 de junio de 1940 (Documento del Archivo de Presidencia de Gobierno, PgD6 de nuestro catalogo de documentos de la Guerra Civil (documento también citado por Angel Calvo en «Historia de Telefonica  1924-1975», capitulo 4 pagina 199 y siguientes). De estos interesantes documentos y su contenido, hablaremos en un futuro.

También lo encontramos como colaborador en la Revista “Radioelectricidad” en 1939 en su edición en Valladolid.

En este trabajo, Salas demuestra ser un “ingeniero apasionado”, aportando interesantes datos que sin duda merecen una lectura detallada en directo, lo que podremos pinchando en los enlaces siguientes: primera, segunda y tercera parte. No obstante os dejamos estas notas a modo de resumen de las tres entregas, a continuación.

Resumen del contenido de los tres artículos que componen el trabajo “Vicisitudes del Teléfono en la Guerra de España” de Juan de Salas y Merlé. Anales de Mecánica y Electricidad 1941.

Preámbulo

El autor comienza con un extenso preámbulo, redactado con el “estilo del momento”, en el que destaca la importancia y responsabilidad histórica de preservar el conocimiento de lo sucedido en la «Guerra de España» para «retrasar su olvido» y «al cabo de los años, proporcionar elementos a la investigación histórica».

Ahondando en el asunto, propone para contribuir a la conservación histórica -en lo que nos parece una acertada visión adelantada a su tiempo y con la que comulgamos-, que todas las empresas publicasen  un «Libro Blanco» donde expusieran con todo tipo de datos, las actividades y las dificultades encontradas durante la guerra así como los esfuerzos y logros en superarlo.

Con ese propósito aporta su contribución en este mismo trabajo, reconociendo la máxima importancia e influencia de las empresas de comunicación en toda situación de guerra: Crónica de los trabajos y obras principales que se realizaron durante la guerra en la Zona Nacional para poder prestar el servicio telefónico.

PROBLEMA GENERAL INTERUBANO PLANTEADO POR LA GUERRA

Hablando de las conferencias interurbanas (que eran manuales), comenta que los primeros días tras el 18 de julio de 1936, aquellas se tramitaron con «normalidad» telefónica. Días después, el gobierno de la República las suspendió y salvo en Cataluña, donde se mantuvo el servicio de conferencia territorial, sólo se podían realizar previa autorización de la autoridad, que la concedía en función de la identidad de los intervinientes y el  objeto de la misma, suponiéndose ya la aplicación más que probable de la censura.Vicisitudes2
En la zona «Nacional» sin embargo, no se exigía control previo y salvo la aplicación de la censura y la prioridad de los asuntos militares y oficiales, se tramitaban sin más. (Este testimonio de Salas hay que interpretarlo con prudencia, ya que según otros documentos localizados, por ejemplo del Archivo General de Guipuzcoa relativos a la Red Telefónica Provincial, esto no fue así, como se comprueba del que ya hemos hablado en otra entrada, Acta nº3 de  la Comisión de Teléfonos de Guipúzcoa de 4 de diciembre de 1936).
Rápidamente, en los primeros días de agosto ya se había perfilado el frente de manera clara. Hasta ese momento, se mantuvo la continuidad de los enlaces telefónicos entre bastante capitales de ambas zonas, aunque se supone que sólo de manera excepcional se cursarían conferencias reales. En cuánto se consolidaron las luchas, los enlaces fueron cortados al nivel del mismo frente.
Desde ese momento, el avance o retroceso de cada uno de los contendientes en los distintos frentes, tenía su reflejo por la pérdida o recuperación de la conexión telefónica con la poblaciones implicadas.
En un par de mapas con gran cantidad de datos, se refleja la situación de las principales líneas interurbanas, en relación con la situación de los frentes a fecha de junio de 1937 y de enero de 1838. En ellos se indican los principales tramos que fue necesario construir para restablecer las conexiones, seriamente afectadas por la estructura radial de la red entorno a Madrid. Se destaca asimismo la del denominado «eje» longitudinal, que se montó para articular la comunicación en la zona rebelde, y las dificultades y tramos saturados por la baja capacidad de la líneas disponibles, a pesar de los sistemas de alta frecuencia (4 canales) que se emplearon.
Hay más información de interés en los dos mapas citados, como los cables submarinos o los enlaces radiotelefónicos establecidos desde Salamanca con las islas y Melilla.Vicisitudes3

Ya en la segunda entrega, continúa Salas con la problemática de las comunicaciones interurbanas durante la contienda.

Aunque no es el objeto del trabajo, se apunta la importante actividad de la unidad de Transmisiones del ejército de Franco y la buena colaboración con la «empresa concesionaria de los servicios públicos telefónicos» (nótese que en ningún momento, se menciona a la compañía telefónica por su denominación formal -Compañía Telefónica Nacional de España- ni su acrónimo -CTNE-, en todo el trabajo). Se destacan las instalaciones de nuevos cables y sistemas portables de alta frecuencia así como centralitas manuales y teletipos, todo ello de nuevos suministros, instalados y empleados por el ejército para atender las necesidades de comunicación con el frente, enumerándose los casos más destacados por su trascendencia en la contienda. Por otro lado, recordemos que la ayuda de la Alemania Nazi al ejército de Franco no se limitó exclusivamente a material de combate, en este sentido la intervención del cuerpo de Tranmisiones de la Legion Condor fue trascendental (vease el artículo «El Batallón de Transmisiones de la Legión Condor» en la Revista Española de Historia Militar, nº67/68, del que próximamente incluiremos una reseña)

Igualmente se sugiere la existencia de similar colaboración entre la «empresa» y el ejército republicano en la otra zona, para atender análogas necesidades, pero sin entrar en detalles.

Ya en el ámbito de las comunicaciones publicas, se destacan los casos más problemáticos como la conectividad de Toledo, la saturación en Palencia, el traslado de la Jefatura del Estado de Salamanca a Burgos, y ya en la campaña de Aragón, las comunicaciones con el Levante a través de Zaragoza que se convirtieron en elemento crucial en la resolución de la misma. Como hitos se destacan, la comunicación directa de máxima distancia, 1300 km entre Zaragoza y Sevilla y el empleo del cable submarino con Ceuta, por primer vez en España de manera compartida para comunicaciones de voz y señales, comunicando Burgos con Tetuán.

Respecto a las comunicaciones internacionales, salvo las establecidas en directo con Portugal y Gibraltar que no se interrumpieron, con casi toda Europa (excepto con Rusia que no se tenían antes de julio de 1936), se establecían a través de Francia que las mantuvo para las dos zonas, hasta la toma de Irún por las tropas de Franco, incomunicándose entonces para dicha zona. Desde la zona republicana si se mantuvieron, añadiéndose también la nueva posibilidad de comunicación con Rusia.

Se repasa a continuación la situación y evolución de las conexiones radiotelefónicas que, durante varias etapas, significaron la única posibilidad de comunicación con las zonas aisladas. Este es el caso para la zona fiel a la república, de la costa cantábrica con Madrid después de la toma de Irún, y más tarde entre Valencia y Barcelona, al dividirse la zona por la llegada de las tropas franquistas a la costa. Igual problemática se presentó en el bando rebelde con la comunicación con las islas y Melilla, para lo que fue necesario instalar una nueva estación de radio en Los Pizarrales (Salamanca) en 1937.

Para comentar la contribución de la «red telefónica» a los servicios de radiodifusión, se cita un artículo de P. Pérez del Pulgar en la revista Radioelectricidad de junio de 1938, en el se destaca la problemática de la baja potencia de las emisoras de radio existentes, superada por la hábil combinación de los servicios de radiotelefonía. Sobre este asunto también hemos encontrado un interesante documento del Centro Documental de la Memoria Histórica, sobre la necesidad de aumento de potencia de emisoras en zona republicana (Acta de la Organización Telefónica Obrera Española, la sección de UGT en la CTNE, de 2 enero 1938,  CDMH_PS_BAR_exp_010).Vicisitudes4

TRÁFICO INTERURBANO

Con todo género de datos en cinco diferentes tablas, se muestra la evolución del promedio de conferencias interurbanas mantenidas en ambas zonas durante cada año. Se muestran asimismo  el número de teléfonos existentes antes de julio de 1936 y su evolución en cada ámbito. Se describe también el detalle de estos datos para las ciudades más importantes, explicando la razón de los incrementos llamativos y señalando la existencia de saturaciones en algunas de ellas.
Tras terminar la guerra ya en 1939, la senda de crecimiento interrumpida se recupera rápidamente atendiéndose un 9,7% más de conferencias que en 1935, si bien el número de llamada solicitadas creció un 21% respecto del mismo año, dando esto idea del grave problema de insuficiencia en el que la red se encontraba en aquellas fechas.
No se dan datos de las llamadas urbanas justificando su inexistencia, al no ser tarificadas por su número.
Todos estos datos son contrastables con los que publicamos anteriormente en esta otra entrada y que por su grado de coincidencia nos inducen a pensar en que su origen fuese el mismo y por tanto –salvo error en las transcripciones- posiblemente iguales a los que, en su momento, de manera oficial publicase la CTNE, cosa que podremos confirmar en cuanto tengamos acceso a esta fuente.

SERVICIOS SUPLEMENTARIOS Y OTROS DATOS

Además de las conferencias, se analizan como servicios adicionales, consumidores también de la capacidad interurbana, los de «avisos de conferencia» y el de «telegramas de curso mixto», ambos servicios también se incrementaron tras la contienda en más del 89% y del 29% respectivamente en 1939 respecto a 1935.

Asimismo las unidades de conversación de más de 3 minutos en las conversaciones establecidas se consideran como conferencias independientemente para contabilizar la ocupación de las líneas adecuadamente. Este parámetro también se incrementó del orden de un 6 % en el periodo en estudio, lo que reafirma aún más el nivel da servicio creciente que hubo que atender con la infraestructura existente que, en 1939 e incluso en 1940, era en el mejor de los casos, la misma de 1936. Así las cosas, el nivel de sobrecarga de los equipos era considerable y el número de conferencias canceladas también creciente, un 12,3% de las pedidas en 1939 frente al 3,5 % en 1935.
A pesar de lo anterior, el autor reconoce como un gran logro el conseguido con los medios existentes, que permitió atender un gran volumen incremental de tráfico a pesar de las comentadas circunstancias.

BREVE CRÓNICA DE EFEMÉRIDES

En este apartado, el autor apoyándose en su memoria, pasa a relatar desde la óptica del lado franquista, las necesidades surgidas durante la guerra en dos etapas, hasta el primero de enero de 1939, en la que se priorizan incondicionalmente las comunicaciones militares que era preciso atender «como sea» y, una segunda en la que ya con la contienda sentenciada, se pudo comenzar a atender las necesidades de rehabilitación de la red.
Los siguientes casos se relatan con detalle desde la óptica de sus centrales y redes, especificando las circunstancias acaecidas y su fecha.

Primer grupo: Centrales enclavadas en zona rebelde desde la iniciación de la guerra o adicionadas antes del 1º de enero de 1938.

Badajoz : Equipo 7B, agosto 1936.
Balaguer : Primer equipo automático español en 1923 tipo Siemens-Halske, Abril 1938.
Bilbao : Varios equipos con sería afectación tanto de los mismos como de la red. Junio 1937. Una descripción detallada del caso fue objeto de otro articulo posterior del que daremos cuenta en una futura entrada (Ver en la misma revista: tomo XIX, fascículos 4º y 6º, páginas 200 y 324 editadas entre julio y diciembre de 1942).
Burgos : Serio problema a convertirse en la «capital». Gran incremento de necesidades que para poder ser atendidas, obligó al desmantelamiento de otras centrales, todo ello complicado adicionalmente por la circunstancia de estar todo instalado en un local alquilado. 1938 y hasta octubre de 1939.
Cáceres : Equipo 7B puesto en servicio en agosto de 1938. Hay artículo específico en Anales de Mecánica y Electricidad de abril de 1939 (¿?).
Castellón : Los equipos manuales sustituidos en Cáceres por su nueva central automática, se llevaron e instalaron en Castellón en tiempo récord, estando aún el frente a pocos kilómetros. Agosto 1938.
Huesca : Equipo manual de batería local. En funcionamiento sin interrupción hasta final del asedio en marzo de 1938. En provincia gran afectación de centrales y redes.
Lérida : Equipo 7B en edificio justo en el frente, muy castigado. Abril-diciembre de 1938.
Oviedo : Equipo rotatorio 7A. El asedio supuso la destrucción de parte de las líneas, afectación en equipos y redes en toda la provincia, hasta octubre de 1937.
Salamanca : Primer equipo 7B de 1929 traído del extranjero. Problemas de ampliación por no ser el modelo general después empleado. Saturado hasta que en enero de 1938, se trasladó la jefatura a Burgos.
San Sebastián : El equipo de la central interurbana dinamitado, no pudo repararse hasta el final de la guerra. No se dan datos de los equipos urbanos que eran gestionados por el municipio (véanse documentos de nuestra entrada sobre esta Red Municipal). Setiembre 1936.
Santander : Equipos sin desperfectos pero con conservación defectuosa. En la provincia muchos cuadros desaparecidos, agosto 1937. Su incorporación a la zona nacional supuso también la recuperación de la fábrica allí existente (se refiere a la factoría de Maliaño de Standard Eléctrica, hablaremos de este hecho en una nueva entrada tras la lectura de las actas de dicha empresa).
Sevilla : Fuerte aumento del tráfico interurbano durante el periodo de guerra. Transformación de cuadros del antiguo servicio de telefonemas para atender el incremento.
Teruel : Equipos manuales de batería local, tenía su salida al red por Sagunto-Valencia, incomunicándose al quedar en zona nacional. Se le dio nueva salida construyendo una nueva línea con Calatayud. Después de su asedio y recuperación por los nacionales en febrero de 1938, hubo que instalar nuevos equipos que ya fueron de batería central.
Toledo : Central automática 7B inaugurada en junio de 1936, se mantuvo en funcionamiento durante la contienda. Involucrada en los eventos del Alcázar. Importante también el papel de apoyo a la recuperación de la conexión de Madrid.
Valladolid : Con central automática 7A con 2000 líneas de 1928 y un tráfico incremental por su papel administrativo durante la contienda. Curiosa la información referente a la «empresa» que fijó sus oficinas generales allí.
Zaragoza : Central automática 7A de 1928. Gran detalle de toda la problemática de las rutas interurbanas con paso por Zaragoza, así como de las reutilizaciones de equipos y nuevos pedidos a fábrica que fueron necesarios.
Varias centrales : Resto de centrales en poblaciones de la zona rebelde lejos de los frentes. Funcionamiento sin problemas y sobrecargas resueltas adecuadamente. Se destaca el caso de la red de Santa Cruz de Tenerife (aún no integrada) que, por acuerdo con el Cabildo insular se incorporó a la “empresa”.

Segundo Grupo: Centrales en poblaciones adicionadas después del 1º de enero de 1939

Barcelona : Se comenta como el «equipo de ocupación telefónica» llegaba a la vez que las tropas y en horas se hicieron cargo de las comunicaciones. De forma similar  se describen los casos de Sabadell, Manresa y Tarrasa. En el almacén se recuperan muchos de los equipos que habían sido desmantelados en la retirada del ejército republicano.
Tarragona : El equipo 7B saboteado de manera que para ponerlo en marcha de nuevo fue preciso buscar varios elementos y desmontarlos de otras instalaciones. Se puso en marcha de nuevo en ocho días. Similar el caso de Reus, Valls si demasiados problemas, Tortosa y otras con equipos destruidos o desaparecidos.
Madrid : En marzo de 1939, quedaban apenas unos pocos miles de abonados con servicio, a pesar de que todas las centrales estaban en funcionamiento. Se comenta el estado general del edificio central, y de los cambios de ubicación de los equipos llevados a cabo dentro del mismo, al haber sido largamente bombardeado. La restauración de las líneas interurbanas cortadas y el aumento de abonados hasta los 40.000, se consiguió en pocos meses después de intensos trabajos.
Resto de centrales : Todas en el interior de la zona republicana durante toda la guerra, se vieron afectadas de diferente consideración por un inadecuado mantenimiento y en algunos casos por los bombardeos de la aviación, como en Cartagena o Valencia.

ORIENTACIONES DE ORGANIZACIÓN ADOPTADAS

A modo de colofón se completa este extenso trabajo con la indicación de las «directrices de empresa» que en ambos bandos, y siempre en la opinión del autor, se  dictaron. Igualmente se repasan las obras principales ya comentadas arriba.
Destaca la decisión de formar las llamadas “brigadas de vanguardia” de construcción y conservación (hasta 50, de 20 hombres cada una) y el caso de los equipos de alta frecuencia y como se resolvió la falta de materiales.

Finalmente se termina con un emotivo recuerdo a los compañeros caídos (en este caso del bando franquista), y citando la existencia de una placa conmemorativa de tal circunstancia, situada en el vestíbulo de la sede social de la empresa.

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Inquieto e interesado en casi todo...

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Publicado en Congresos, Historia, Protagonistas, Telefonía
6 comments on “Vicisitudes del Teléfono en la Guerra Civil Española
  1. Muy interesante este post. Sabiendo que Salas era del círculo próximo a Demetrio Mestre he buscado en la documentación de los primeros años de posguerra. El diario «El Pirineo» lo nombra entre los asistentes a la inauguración de la central de Girona el 30/12/1939 como Juan Salas, «Director de Tráfico». Sin embargo, en unas actas de reunión del Dpto. de Tráfico en 1944 ya aparece otro nombre, Alejandro Hidalgo.

    Revisando el libro de personal anterior a la guerra, ¡premio!. Ficha completa de Juan de Salas Merlé, Ingeniero del ICAI, Jefe de Sección, ingresó el 22 de octubre de 1926. Hay una anotación a lápiz el 6/10/36 «Queda suspendido de empleo y sueldo» y otra posterior «Con fecha 8-5-39 se traslada de Valladolid a Madrid». Idénticas anotaciones hay en la ficha del arquitecto García Claramunt que sabemos a ciencia cierta que también pasó a la zona franquista y trabajó en Valladolid.

    • Javier, Muchas gracias por tu comentario. Los datos que aportas es coherente con (y complementa) la información que venimos recabando de este personaje. El hecho de que fuese Director de Tráfico vendría también a explicar la coincidencia de los datos que aporta de las estadísticas de llamadas durante la guerra, con los que ya teníamos, que provienen de ese Departamento.
      Sería interesante tener acceso al libro de personal que citas, para ver si en su expediente figura alguna información que nos de pistas sobre fecha y causa de su baja definitiva en CTNE que debió ser anterior a mediados de 1941.
      Seguiremos investigando.

  2. No hay ninguna anotación al respecto. Ese libro de personal solo incluye movimientos hasta 1939.

  3. pablosolerferran dice:

    Javier, muy interesante tu comentario ¡muchas gracias! sin duda refuerza nuestra idea de este blog como colaborativo, y, en mi opinión, como debería ser la Historia de la Ciencia y la Tecnología, con fondos documentales accesibles para todos y que los historiadores compartamos dichos fondos y si no es posible pues su localización y posibilidades de consulta.

  4. John Huron dice:

    I enjoyed reading your post

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