1931. ¿Y la telefonista de Ayerbe?

Cada octubre, se conmemora el aniversario de la aprobación en España, en 1931, del sufragio femenino. En la prensa de aquellos días, en las crónicas de las sesiones de las cortes constituyentes de la II República, se reproducen los apasionados debates del momento, en los que, por encima del sentir político de los señores diputados, se mascaba el temor a la participación no controlada de la población femenina en las elecciones.

Uno de los momentos más intensos de los debates, fue aquél en el que la diputada Clara Campoamor1, defiende la capacidad de la mujer para tomar libremente sus decisiones.

En una de las frecuentes interrupciones de los diputados opuestos, el entonces radical Joaquín Pérez Madrigal dijo, como queda reflejado en el diario de la sesión y en la prensa del momento: ¿Y la telefonista de Ayerbe?

Podemos revisar aquel momento en la crónica periodística del ABC, que se reproduce a continuación. Y dejamos en el aire la pregunta, de momento.

Recorte ABC del 1 de octubre de 1931 página 24.

Es preciso viajar un año atrás en el tiempo, a finales del otoño de 1930, para comenzar nuestra historia…

Una portada en el ABC

Una de las fotografías más conocida y reproducida de entre las muchas que componen la estupenda colección del Archivo Histórico Fotográfico de Telefónica es la que reproducimos a continuación. Esa misteriosa protagonista de la imagen ha pasado a ser casi un icono de la antigua profesión de telefonista, pero ¿de quién se trata?

Foto de la portada del ABC del 16 diciembre 1930. (R00597 Archivo Fundación Telefónica)

El lector avezado lo habrá descubierto ya. Y si le gusta investigar en las hemerotecas, la habrá encontrado en la portada del ABC del 16 de diciembre de 1930. Es una fotografía realizada por Virgilio Muro (1891-1967) para aquel periódico. Al pie de la foto en la misma portada se puede leer:

«LA ESFORZADA TELEFONISTA. Los tristes sucesos de Jaca dan realce a la figura de esta mujer valerosa, la señorita Anita Torrero, que estuvo transmitiendo al gobierno las informaciones del movimiento sedicioso hasta el instante mismo en que uno de los sublevados penetró en su cámara y la obligó a cortar la comunicación. (Foto V. Muro)»

Sí. Ella es la protagonista de esta historia, la telefonista de Ayerbe: Doña Ana Torrero Cebrián que entonces tenía 21 años. Como veremos, fue un flaco favor el que, a la postre, le hizo el periódico dándole la relevancia de la portada del ABC de aquel día a nuestra protagonista.

Plaza de Ayerbe en 1920. Foto de Ricardo Compairé (1883-1965)

Ayerbe

Ayerbe es un pueblo aragonés de la Hoya de Huesca, a unos 30 km. de la capital de la provincia, del que ya hemos hablado en relación con otra de las también famosas fotos de la citada colección, la Camioneta de Teléfonos. Su centralita telefónica era entonces atendida por los hermanos de la familia Torrero, eran cuatro, Josefina, Félix y Gregorio, además de Ana, en régimen de Centro de Familia.

En diciembre de 1930 el teléfono llevaba instalado apenas un año en Ayerbe. La localidad se benefició del hecho de encontrarse justamente en el trazado de la línea telefónica interurbana Zaragoza-Huesca-Jaca-Canfranc cuyos trabajos se iniciaron desde allí, entre noviembre de 1928 y diciembre de 1929. Concretamente Ayerbe dispuso primero de servicio interurbano el 23 de abril y luego el urbano el 6 de diciembre del citado 1929 (Jaca, ya lo tenía anteriormente)2.

Una pequeña oficina en la casa familiar albergaba la centralita que, probablemente contara con una veintena de abonados locales, y que atendían fundamentalmente las hermanas de la familia Torrero Cebrián, de las cuales «Anita» era la menor, desde que se inaugurara el servicio interurbano.

Los sucesos. La sublevación de Jaca, 12 de diciembre 1930.

La ciudad de Jaca se encuentra a algo más de 60 kilómetros de Ayerbe y sería allí en dónde, el 12 de diciembre de 1930, se iniciarían los «tristes sucesos» que se apuntan en el pie de la foto de nuestra protagonista en la portada del ABC.

Nos referimos al sofocado pronunciamiento militar contra la Monarquía de Alfonso XIII durante la llamada «dictablanda» del general Berenguer y tras la que fueron fusilados los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández.

Es mucho lo que se ha escrito3 respecto de este episodio histórico que es considerado como uno de los detonantes de la posterior declaración de la II República en la primavera siguiente. Sólo apuntar aquí que las tropas sublevadas incomunicaron rápidamente Jaca y se encaminaron hacia Huesca llegando pronto a Ayerbe.

La comunicación desde Ayerbe hacia la capital de la provincia se mantuvo operativa hasta la llegada de los sublevados que la intervinieron horas después del inicio del levantamiento, pero ese tiempo fue suficiente para que, desde esta localidad por teléfono y, como veremos también, por telégrafo, se informase al Gobierno de la situación de manera que pudo reaccionar con rapidez desencadenando las actuaciones que abortaron rápidamente el pronunciamiento.

La prensa

Inmediatamente corrieron ríos de tinta en todos los diarios nacionales informando y comentando los hechos. Como ya hemos repetido el ABC, uno de los más importantes, lo hacía rápidamente el día 16, con la ya mencionada portada y en otras columnas en los inmediatos días posteriores, destacando el papel de nuestra telefonista y proponiéndola como heroína, modelo y ejemplo a seguir para toda la juventud, para todas las mujeres; pero también otros muchos rotativos por todo el país4. Patrioterismo desbocado.

Las «Anitas», también la telegrafista de Ayerbe.

Unos días después se abre una polémica y un aparente «rifirrafe» entre los directivos de Telégrafos, que muestran su malestar con los de la Compañía Telefónica por la precipitación de éstos últimos por las loas y felicitaciones a su personal, ignorando al parecer el papel desempeñado también por el personal de Telégrafos y concretamente de la auxiliar del Cuerpo de Telégrafos encargada de la estación telegráfica del Estado en Ayerbe, Ana Company y Duran (o «Durand» o «señora de Mur») que finalmente es añadida a la lista de los merecedores de los elogios y los premios…

Todo esto da para múltiples notas en prensa durante todo el mes de diciembre de 1930. La prensa del 23 de diciembre se hace eco del comunicado del director de Comunicaciones en este sentido (El Heraldo de Madrid. 23/12/1930, página 2) en el que rotundamente se defiende el papel principal de la telegrafista.

Es conocido, desde tiempo atrás, el «amistoso» enfrentamiento existente entre Telégrafos y Teléfonos en España, pero ¿pudo esto también influir en esta ocasión? (Véanse las declaraciones encontradas en el siguiente recorte del ABC del 21 de diciembre). Quizás el celo de los reporteros y redactores de la portada del ABC, en mantener una primera postura a favor de nuestra telefonista tuvo para ella, a la postre, mayores consecuencias de las que se podían sospechar entonces. De cualquier forma, el conflicto se resolvió homenajeando a las dos tocayas.

La controversia «la telefonista o la telegrafista» ABC 21 de diciembre de 1930 edición Andalucía página 27

El desencuentro entre ambas organizaciones, sin perder nunca la compostura, mereció actuaciones reivindicativas por ambas partes como también podemos ver consultando el número extraordinario del Boletín Telefónico («Quincenario de información para los empleados» Año II nº 26 de 14 de enero de 1931. Fuente Archivo Histórico de Telefónica) que, con múltiples informes de las actuaciones del personal durante los acontecimientos, termina con una carta del presidente de la ITT, Hernand Behn, a la señorita Anita Torrero desde Nueva York en la que se anuncia la difusión de la imagen y la acción de nuestra protagonista por todas las compañías de la multinacional.

En el primero de los informes, que reproducimos completo, se incluye un croquis del centro de Ayerbe que confirma definitivamente nuestras indagaciones en cuanto a la ubicación de la central de teléfonos y de la estación de telegrafía.

Como es fácil imaginar los sucesos tuvieron muy amplia repercusión en la prensa nacional y extranjera durante largo tiempo, dando pie a confusiones e interpretaciones muy imaginativas de los sucesos5. Por contra, encontramos relatos mucho más ajustados a la realidad probable de los acontecimientos, como es el caso del episodio «Las comunicaciones» de la página 8 de «El Debate» de 18 de febrero de 1931 que, claramente basado en los informes del citado Boletín Telefónico, reproducimos a continuación en el que destaca la importancia tuvieron las telecomunicaciones.

El Homenaje

La decisión de premiar y homenajear a los protagonistas surgió pronto, tanto en las empresas y administraciones implicadas (Teléfonos y Telégrafos) como en el propio Gobierno, siendo el propio General Berenguer el que propuso regalar joyas a las dos operadoras. Los actos de homenaje se demoraron hasta el domingo 1 de febrero de 1931 en el que se regalaron sendas pulseras y se impusieron condecoraciones en un acto presidido por las autoridades políticas, militares y religiosas con misa y banda. Tras esto, definitivamente las heroínas de Ayerbe, estaban en el «candelero», y especialmente «la telefonista de Ayerbe», término que rápidamente se acuña como sinónimo del modelo de mujer patriota a seguir por la juventud.

Galería de imágenes del Archivo fotográfico de la Fundación Telefónica de los actos de homenaje celebrados en Ayerbe el 1 de febrero de 1931. Pinchando sobre ellas se pueden ver en mayor tamaño y acceder a su descripción6.

Consejo de Guerra

En el mes de marzo siguiente, se celebra el Consejo de Guerra en el que se procesa a los militares implicados en la sublevación y por cuya sentencia los capitanes Fermín Galán y Ángel García Hernández son condenados a muerte.

En la instrucción de los juicios también se recuerda el papel que las «Anitas» tuvieron en los hechos, pero poco a poco, se van enfriando los ánimos que cambiaran radicalmente a partir del mes siguiente.

Proclamación de la II República, 14 abril de 1931

En el mes de abril se celebran las previstas Elecciones municipales en toda la nación y tras ellas, de manera imprevista, la proclamación de la II República. Es el 14 de abril. El hecho se refleja lacónicamente en las actas del Consejo de Administración de la CTNE. Las cosas van a cambiar rápidamente.

En la Revista Telefónica Española del primer trimestre de 19317, que saldría de la imprenta en el mes de abril de aquél año, sería esperable encontrar alguna referencia al homenaje de nuestra protagonista, y así, consultando el Sumario de la revista se anuncia un artículo con el título «El personal de Teléfonos atento a su deber en todas circunstancias» que debería haber aparecido a partir de la página 52, sin embargo en su lugar, sin previo aviso, encontramos otro de contenido muy distinto denominado «Las Listas de Teléfonos, índice del aumento de la vitalidad de las poblaciones». Sin duda, se trata de una reacción «in extremis» de la dirección de la revista (posiblemente ya en la imprenta y que olvida modificar el índice) derivada de los cambios acaecidos en el gobierno del país y de una situación que se enrarecía rápidamente.

Verano del 31. Conflictos y huelgas.

La cosa se complica. Los cambios en el gobierno de la nación, ahora republicana, provocan también cambios en las direcciones de las grandes empresas y como no, también en la Compañía Telefónica, sus órganos de dirección, el Comité Ejecutivo y el Consejo de Administración cambian su composición perdiendo personajes como Esteban Terradas y otros que dejan la compañía. Por otra parte, las organizaciones obreras ponen sobre la mesa sus reivindicaciones.

De heroína a villana.

De la noche a la mañana, aquella patriota telefonista de Ayerbe, -de la telegrafista nada se habla ya-, pasa a ser considerada una traidora a la república, transformándose en la antítesis del modelo de joven mujer trabajadora y comprometida que requieren los nuevos tiempos.

Como leemos en el ABC del 2 de julio de 1931, el sindicato CNT (Confederación Nacional del Trabajo) directamente pide la «cesantía de la telefonista de Ayerbe y sus hermanas8, entre las reivindicaciones que hacen en la convocatoria de huelga. Huelga, que fue inicialmente convocada para el día 4 de julio, aplazada por la convocatoria de una reunión de los sindicatos con la empresa y finalmente iniciada, tras el fracaso de las conversaciones, el día 6 de julio.

La Dirección de la empresa, en un intento in extremis, ordena el traslado inmediato de la operadora, como así queda reflejado en las actas de sus órganos de dirección9. En el acta del Consejo de Administración de la CTNE de 26 de junio de 1931 (nº 107) se aprueba el «Traslado de la telefonista de Ayerbe», sin apuntarse el destino (en el mismo que se acepta, como ya se ha apuntado, la renuncia al cargo que ostentaba en la compañía Esteban Terradas, aprobando lo acordado por presión del representante del Gobierno, Aurelio Lerroux, en el Comité Ejecutivo extraordinario celebrado el día 1 de junio).

Nada más hemos podido encontrar sobre cual, fue el destino final de Ana Torrero Cebrián, salvo constatar que no figuraba ya en la nómina de la Compañía Telefónica del año 1933 y que el Centro telefónico de Ayerbe, se anunciaba vacante, en busca de una familia que lo quisiera regentar, en el Boletín Telefónico de 1 de febrero de 1935.

Sin embargo, como veremos «la telefonista de Ayerbe» siguió en lo que ahora denominaríamos «los medios» durante unos años más.

Otoño caliente. En las Cortes Constituyentes.

Y volviendo por dónde comenzábamos, siguiendo el diario parlamentario de las Cortes, de la sesión de 30 de septiembre de 1931, intervenía la diputada Clara Campoamor defendiendo en su discurso el voto femenino, cuando se la interrumpió, en voz alta, increpándola: ¿Y la telefonista de Ayerbe?

«La Srta. Campoamor: … y cuando la mujer, al advenimiento de la República, asistió al hombre en la forma que lo hizo. . . (EI Sr. Pérez Madrigal: ¿Y la telefonista de Ayerbe?) No la dé Su Señoría el voto, Sr. Madrigal, córtele la cabeza si quiere…»

(Congreso de los Diputados, Diario de Sesiones, Serie histórica, Legislatura 1931-1933. Cortes Constituyentes. 30-09-1931. Nº 47, 1339)

Y en la apertura del Curso Académico.

Y no sólo en las Cortes. En la prensa de aquellos días10 se da cuenta también de la apertura del curso universitario el 1 de octubre, en la Universidad Central, y en el discurso de inauguración correspondiente, el catedrático y entonces diputado Jímenez de Asúa menciona también a la «telefonista de Ayerbe» como ejemplo «antirrepublicano»:

Felicita a los estudiantes por su aportación moral a la proclamación de la República. (Grandes aplausos.) «Esto lo han hecho los mozos estudiantes—dice —y también las muchachas, que son varias las que han soportado afrentosos días de cárcel por mantener un ideal. Frente a la telefonista de Ayerbe está la muchacha universitaria (Grandes aplausos.)»

Jiménez de Asúa en la Solemne Apertura del curso en la Universidad Central. «La Nación» pág. 5, 1 octubre de 1931. Hemeroteca Digital BNE.

Años después.

Tras meses de conflictos, todavía en febrero de 1932 las cosas no estaban claras del todo, y en la prensa encontramos apasionadas opiniones que incluso inculpan, indisimuladamente a nuestra telefonista, directamente de las trágicas consecuencias de la sublevación de Jaca del año 1930. Así en La Tierra (Madrid) de 24/2/1932, página 2 podemos leer el siguiente comentario, en el que, por cierto, se menciona el «Boletín Telefónico» que arriba se reprodujo parcialmente:

«La Telefónica, que publica mensualmente un “Boletín Telefónico”, publicó en el mes de diciembre de
1930 un extraordinario con gran lujo de detalles gráficos…

En dicho extraordinario se demuestra terminantemente, partiendo de la proeza ejecutada por la funesta telefonista de Ayerbe con las mismas proezas ejecutadas por otros cuantos esbirros de la Telefónica, cuyos nombres y cargos se detallan claramente, transcribiendo incluso las cartas cursadas entre los directores de la Compañía a las autoridades. Este documento demuestra concluyentemente la significación de una Empresa dirigida por el marqués de Urquijo y otros varios y significados monárquicos, y es una prueba testifical que puede ilustrar a satisfacción al señor fiscal general de la República sobre los principales culpables del asesinato de los mártires Galán y García Hernández.»

«El pleito de Teléfonos se agudiza», artículo firmado por Micrófono en La Tierra (Madrid) de 24/2/1932, página 2. Hemeroteca digital BNE

Las huelgas finalmente pasaron y parte de sus reivindicaciones fueron conseguidas. Una de las consecuencias más trascendentes fue la creación del Jurado Mixto Nacional de Teléfonos que se encargó de elaborar el «Contrato Colectivo de Trabajo entre la Compañía Telefónica Nacional de España y los trabajadores dependientes de la misma» que fue firmado casi dos años después, en la sesión plenaria de aquel organismo de fecha 27 de abril de 1933 y publicado en la Gaceta de Madrid el 11 de mayo siguiente.

En conclusión.

Podemos deducir de lo hasta aquí expuesto que nuestra telefonista, completamente anónima hasta los sucesos de Jaca, sin comerlo ni beberlo, pasó de la noche a la mañana de ser una ensalzada heroína, defensora del régimen establecido, a ser una villana antirrepublicana merecedora de despido y destierro…, constituyéndose la marca «la telefonista de Ayerbe» en el denominador común de dicho estereotipo. Era el poder de «los medios» que ya se ponía en práctica por entonces.

De la telefonista de Ayerbe, de la real, de Doña Ana Torrero Cebrián, nada más hemos conseguido averiguar, sólo confirmar como ya hemos adelantado, que en la relación nominal del citado contrato colectivo de 1933 ya no figuraba11. Tampoco conocemos la historia de su compañera la telegrafista de Ayerbe, Ana Company Durand que, aunque menos nombrada que nuestra telefonista12, creemos que también se vería implicada en algún proceso de depuración por parte de las organizaciones sindicales del Cuerpo de Telégrafos, aunque este extremo queda por comprobar.


Notas

  1. Como es conocido, Clara Campoamor además de una de las primeras telegrafistas españolas, fue también diputada en las Cortes Constituyentes de la Segunda República Española en 1931, muy recordada por defender el voto femenino en aquella legislatura. Junto con Victoria Kent, eran las dos únicas mujeres diputadas del momento. ↩︎
  2. En la Revista Telefónica Española del mes de junio de 1929, pág. 23, «La Línea Canfranc-Zaragoza».del mes de junio de 1929, pág. 23, «La Línea Canfranc-Zaragoza». ↩︎
  3. Los historiadores han escrito mucho sobre el episodio de la sublevación de Jaca, pero sólo unos pocos mencionan el papel de las operadoras de telecomunicaciones de la zona, al contrario de lo que ocurrió en su momento con la prensa de la época. Destacamos los dos siguientes:
    – El publicado en la revista Historia 16 nº 109 de mayo de 1985 escrito por Luis Bertrand Fauquenot, «Mito y verdad de Fermín Galán. La sublevación de Jaca, 12 de diciembre de 1930» en donde ya se reproduce la portada del ABC con Anita Torrero.
    – También en el trabajo de Jose Luis Garrot Garrot, «La Sublevación de Jaca y Cuatro Vientos» en la que igualmente se cita a la telefonista, pero considerando que fue erróneamente implicada en perjuicio de la telegrafista Ana Companys. ↩︎
  4. Las crónicas más destacadas aparecidas en el ABC (procedentes de su hemeroteca) las hemos recopilado en este descargable; y en este otro las aparecidas en otros periódicos (El Diarios de Huesca, Ahora, El Liberal, La Voz, La Voz de Aragón, La Libertad, La Nación) obtenidos de las Hemerotecas de la BNE, del MECD y del Diario de Huesca ↩︎
  5. Destaca la reseña publicada en «The Living Age» 1931-02: Vol. 339 Iss 4373 con el título de «Upheaval in Spain» firmado por Roman Frisch, en el que confundiéndolo nos describe a una Aníta Torrero «telegrafista» golpeada por la culata de un rifle casi inconsciente aún, manejando el manipulador morse (que por cierto en la estación de Ayerbe era un Hughes) para comunicar los eventos por el único hilo válido… toda una novela. ↩︎
  6. Hemos comprobado que muchos de los datos que figuran en el archivo de la Fundación Telefónica respecto de estas imágenes, no son correctos. En este documento se muestra la información encontrada para cada una de ellas, y que debería dar pie a la corrección de las mismas en el archivo como en varias ocasiones hemos sugerido. ↩︎
  7. La Revista Telefónica Española dejó de publicarse ése mismo año, siendo sus dos últimos números trimestrales. ↩︎
  8. Ya hemos citado el nombre de las dos hermanas: Ana y Josefina. Según se puede ver en la foto del Archivo de Telefónica con referencia R00600 eran cuatro hermanos dos mujeres y dos varones: Félix que llegó a ser alcalde de Ayerbe en 1943 y Gabriel. ↩︎
  9. Acercándose las huelgas del verano, en la reunión del Comité Ejecutivo de la CTNE de 17 de junio, se habla «de nuevo» de la telefonista de Ayerbe y se aprueba su traslado a la mayor brevedad. Lo que se ratifica, como se ha dicho, en la reunión del Consejo de Administración de 26 de junio. ↩︎
  10. Véase también ABC de 2 de octubre de 1931, que se reproduce en la recopilación a la que se hace referencia en la nota 3. ↩︎
  11. Si aparecen ella y su hermana en el Censo Electoral de Zaragoza del año 1955. Ana figura con 48 años y casada y Josefina con 49 y viuda ↩︎
  12. Ana Company, probablemente de mayor edad y formación que nuestra telefonista, leyó un extenso discurso en los actos de homenaje del 1 de febrero, parte del cual podemos leer en la crónica recogida en la página 8 de «La Voz de Aragón» del 3 de febrero de 1931 que se reproduce en la página 14 del segundo descargable referenciado en la nota 4. ↩︎
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Inquieto e interesado en casi todo...

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2 comments on “1931. ¿Y la telefonista de Ayerbe?
  1. electronvolador dice:

    Toda una historia. Muchas gracias

    Clara Campoamor no fue socialista sino del Partido Republicano Radical. En cambio Victoria Kent, era de Izquierda Republicana, defendió la postura contra el voto femenino.

    Como otros destacados republicanos se exilio en 1937 en Paris dónde publicó en frances «La revolución española vista por una republicana» inédito en español hasta 2018.

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