A vueltas con el problema de los archivos

Hace tiempo, el 22 de diciembre de 2016, leímos en la prensa  un interesante artículo del historiador Ángel Viñas, «Archivos para la historia» con cuyo contenido coincidimos plenamente. Más tarde, leímos otro artículo publicado anteriormente, el 15 de julio 2013 a cargo de Miguel González, «Archivos históricos a cal y canto«, donde se incidía sobre el mismo problema, la situación de algunos archivos españoles, tanto públicos como privados, y la falta de una política clara de transparencia. En ambos artículos, que os animamos a leer, se refleja especialmente el caso de los archivos de Defensa y relacionados con la Guerra Civil, pero son perfectamente extrapolables a los casos de los supuestos archivos de la antigua Standard Eléctrica, de Ericsson España y de Telefónica.

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El de Standard  se custodia en las dependencias de la actual Nokia España, que integró los de Alcatel-Lucent. En su momento pudimos acceder pero sin obtener copia y el sistema de acceso no es público, sino mediante contactos personales. (Sesión de trabajo en el archivo histórico de Standard Eléctrica S.A.)

Respecto a los fondos de Ericsson España, ante la ausencia de respuesta en nuestras peticiones de acceso, recordaros que tuvimos que viajar a Estocolmo para consultarlos (entrada sobre los fondos de Ericsson), cuando sabemos que en España se custodia según se deduce del libro Ericsson en España. Una historia de éxito, valores y personas).

En cuanto a Telefónica, en principio (según referencias de libros ya publicados) existen dos fondos, el de la Fundación, y el de la propia empresa, en este último caso en concreto los relativos a las Actas del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva. Nos consta que la Fundación tiene un importante archivo digital de documentos, publicaciones periódicas, monografías, fotografías, etc. Muchas de las fotografías sí están accesibles en sus página web, pero los documentos no. Podemos entender que estos quizá no se puedan dejar disponibles públicamente en la web por cuestiones legales, pero debería ser posible consultarlos en sus dependencias, en un terminal en local, como cualquier archivo de las operadoras europeas (por ejemplo el de France Telecom, British Telecom o Telecom Italia, hicimos una entrada específica con los datos de acceso y contacto a los archivos de varias operadoras y fabricantes europeos ).

En física y otras disciplinas tenemos los lamentables casos de los fondos de Julio Palacios, Torres Quevedo y suponemos que el de Arturo Duperier.

Respecto al Fondo Julio Palacios existe una página web muy prometedora (Cátedra Julio Palacios), pero en la cual se van incluyendo los documentos muy poco a poco, documentos que han utilizado los que lo custodian en múltiples artículos, libros y para dirigir Tesis Doctorales, donde se citan, incluso con la referencia de legajo, pero luego no están accesibles para terceros. Esto es conocido por muchos historiadores de la ciencia y hay opinión unánime negativa al respecto sobre la actitud de los responsables de dicho fondo.

En cuanto al posible fondo relativo a Arturo Duperier, si es que existe, sabemos por referencias bibliográficas que sí hay documentos, que se citan pero no se indica procedencia (por ejemplo en el libro Arturo Duperier, mártir y mito de la ciencia española )

Sobre el caso del Archivo Torres Quevedo, además de existir una importante y meritoria página web sobre su obra (TorresQuevedo.org ) se ha realizado una Tesis Doctoral (La descripción de bienes culturales en archivos personales (normativas y procedimientos): el fondo de Leonardo Torres Quevedo , por Lucía Fernández Granados), específica sobre los fondos del inventor español, pero que no está disponible para su consulta hasta dentro de cinco años (¡alucinante este secretismo en estos tiempos!, pone textualmente «Disponible después de 2021-02-08»), Además los propios fondos no parecen estar disponibles, según consultas que hicimos tanto a la Universidad de Cantabria como  la autora de la tesis doctoral citada.   Pero es que incluso ha habido historiadores que sí han usado con profusión este archivo, ¡pero solo ellos! exactamente el mismo caso que el de Julio Palacios. En los tres casos, Palacios, Torres Quevedo y Duperier (insistimos en que en este caso, al contrario que los anteriores, es una suposición por nuestra parte la existencia de fondos personales), son las mismas personas las que están detrás de este uso privado. Todo ello contrasta con el Servei d’Arxiu de Ciència de la Universidad Autónoma de Barcelona y el repositorio digital de la UAB.

Angel Viñas defiende, con razón, que «España requiere una norma precisa para regular la desclasificación de documentos», concluyendo que

Un país que no respeta su propia historia (encerrada en gran parte en los archivos, públicos y privados) es un país que no se respeta a sí mismo. Es una de las lecciones que cabe aprender tras visitar archivos alemanes, británicos, franceses, italianos, norteamericanos, rusos y/o de la Unión Europea. Con gran frecuencia públicos. También privados y accesibles.

Miguel González afirma, refiriendo una iniciativa  de un foro académico sobre historia contemporánea de España mediante un comunicado público de varios historiadores  que:

Los historiadores son gente meticulosa, ajena a las premuras que impone la actualidad, acostumbrada a buscar hasta que encuentran ese dato que desmiente o avala su hipótesis de trabajo. Pero eso no quiere decir que no se pueda agotar su paciencia.

Esta cita me recuerda el chiste: Señor, dame paciencia, pero dámela ¡ya mismo!

Por último, contaros un caso en el que yo mismo he sido protagonista. La Sociedad Nuclear Española me encargó un libro sobre el inicio de la ciencia nuclear española, cuya versión en pdf espero esté pronto disponible en su página web. Uno de los principales fondos consultados fue el de la antigua JEN (Junta de Energía Nuclear), que está depositado en el AGA (Archivo General de la Administración). Pero para su consulta se requiere un permiso del CIEMAT; gracias a las gestiones de la SNE lo obtuve, pero ya desde el principio les comuniqué la necesidad de que dicho acceso estuviera disponible para cualquier investigador. Esto mismo lo repetí públicamente en la presentación del libro, el pasado 27 de noviembre en la sede de la SNE. Este acceso también lo obtuvieron los historiadores José Manuel Sánchez Ron y Ana Romero de Pablos, para realizar un libro sobre la historia del CIEMAT, publicado por este mismo organismo. Pero me consta que historiadores de la Universidad Autónoma de Barcelona no han tenido el mismo permiso y no pueden consultar dichos fondos. Y no me gustó nada disponer yo personalmente de dicho «privilegio».

En mi opinión la investigación en historia debe hacerse con rigor y metodología científica. Esto implica la necesaria contrastación de los resultados y de las fuentes originales en los que se han basado; son el equivalente a los datos en bruto de una investigación puramente científica experimental. Parece poco riguroso que se acepten trabajos para publicar en revistas con sistema de revisión por pares anónimos y tesis doctorales donde no hay manera de comprobar las fuentes originales en los que se han basado.

Nota: Aquí os dejamos enlaces sobre entradas anteriores relacionadas con archivos citados

Archivos de Patrimonio Histórico de Operadoras y Fabricantes

Una reflexión sobre el patrimonio histórico tecnológico y documental

 

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Publicado en Empresas, Historia, Opinión, Patrimonio, Telefonía

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