En una entrada reciente os hablamos de nuestra visita al magnífico Museo de Historia de las Telecomunicaciones, sito en la sede de ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba) en La Habana. Como os decíamos la principal virtud de este museo, y lo que lo hace especialmente atractivo para una visita guiada, es el funcionamiento de muchos de los equipos que conforman el mismo. Para nosotros especial valor tiene el hecho de que se pueda comprobar el funcionamiento para establecer llamadas del primer sistema automático del mundo, el Strogwer.
En la entrada del museo hay instalados unos postes telefónicos, con una sección a la izquierda que imita una galería de cables y unas vitrinas con cables telegráficos submarinos y telefónicos. Luego hay una sección dedicada a telegrafía, con terminales en funcionamiento, varias vitrinas con terminales telefónicos de finales del XIX y principios del XX (además de un modelo de uno de los teléfonos de Meucci), otra sección dedicada a la conmutación manual (con una centralita también en funcionamiento) y otra con varias maquetas de centrales Strogwer con terminales con los que se pueden efectuar llamadas. También hay una maqueta de antena de microondas, una sección del repartidor de una central, así como también varias leyendas y carteles explicativos, donde se incide de forma destacada en la intervención estatal de 1960 poco después del triunfo de la revolución en 1959.
A continuación en las imágenes siguientes aparecen unas cuantas vistas generales del museo
En cuanto a los terminales telefónicos, hay una importante colección de aparatos del Siglo XIX y principios del XX, tanto de conexión a centrales manuales como automáticas. En las imágenes siguientes os mostramos una selección de algunos
También hay un interesante equipo de pruebas de lineas de la filiar argentina de Standard (como una mesa de pruebas pero más pequeña)
Pero sin duda la estrella es el teléfono de Antonio Meucci. Sabemos que los primeros experimentos de transmisión de voz mediante la electricidad los hizo Meucci en 1849 en La Habana. Realmente eran experimentos de electroterapia y en uno de ellos escuchó la voz de un paciente a través de la conexión eléctrica. Esto le indujo a seguir experimentando ya con el objetivo concreto de obtener y mejorar un aparato que permitiera transmitir la voz mediante la señal eléctrica. Posteriormente, ya en Estados Unidos, construiría el primer aparato telefónico, que mejoraría en 1857 y 1867 con modelos más perfeccionados, presentando la correspondiente patente en 1871 (cinco años antes que la de Bell y a la que denominó «telégrafo parlante»). La vitrina expuesta en el museo es una reproducción de dos modelos, el de 1849 y el de 1857, realizado en Italia por el «Museo delle Poste e delle Telecomunicacioni» de Roma y donado a la SCHCT (Soc. Cubana de Historia de la Ciencia y la Tecnología).
El primer modelo, el rudimentario de 1849 (que realmente no era un teléfono como tal, ya que no disponía de ningún tipo de señalización de línea, sino que más bien sería el equivalentee a un micrófono para convertir la voz en señal eléctrica) es el de la figura 1. Consiste en una lengueta de cobre a la que están soldados dos hilos de cobre que atraviesan un mango de corcho. En las imágenes se puede apreciar el instrumento completo y una sección longitudinal del mismo. Posteriormente Meucci añadió un cono de cartón, como el de la figura, con la intención de aislar al paciente para evitar calambres, pero que luego comprobó que mejoraba la acústica del dispositivo. El segundo modelo, de 1857, ya era algo más elaborado y valía tanto como emisor y como receptor .
También se encuentran varias centrales manuales, dos de las cuales funcionan para hacer demos, recepcionando y transfiriendo llamadas de la misma forma que se hacía cuando daban servicio, e incluso una de ellas está conectada a una de las centrales automáticas Strogwer y a un terminal telefónico antiguo, para que la demo de llamada sea más completa, simulando una llamada en tránsito. (ojo, de esto no estoy seguro, preguntar a Ian).
En nuestra opinión, una de las partes más valiosas del museo son las centrales automáticas del Sistema Strowger que además están en perfecto estado de funcionamiento. Este sistema fue el primero en implantarse en el mundo. Podéis acceder a la propia entrada de wikipedia sobre este sistema que es muy instructiva (Conmutador Strowger) y a un vídeo explicativo, en inglés, muy didáctico disponible en youtube (demo Strowger).
Precisamente, José Altshuler habla, en su libro Las comunicaciones internacionales de Cuba, sobre la primera central automática instalada en Cuba, en 1910 y del sistema Strogwer, para 5000 líneas y ampliable a 10.000, con lo que la antigua colonia española fue una de las naciones pioneras en telefonía automática, bien es cierto que por la fuerte influencia norteamericana en todos los aspectos económicos de la Isla.
A continuación aparecen imágenes de los paneles traseros de las centrales, así como detalle de los buscadores y selectores. ¡Piezas de un valor incalculable!
También se encuentra un cuadro de Fuerza y generadores de tonos y timbres, que también funcionan precisamente para la señalización de linea de las llamadas reales realizadas con los equipos Strogwer. En las siguientes fotografías aparecen un cuadro de fuerza y un bastidor generador de timbres y tonos (lo que en España se conocía como «interruptores lentos») de la casa Kellog. Esta empresa fue un importante fabricante de equipos telefónicos que se asoció con la ITT, podéis ver en el siguiente enlace una relación de sus equipos con posibilidad de descarga de sus catálogos de productos en la magnífica web telephonecollectors (hay muchísimos documentos descargables, no hemos encontrado los asociados a estos equipos, pero es muy posible que estén, por lo que se agradecería si alguien lo encuentra nos lo comunique, ya que la información contenida ahí es impresionante).
En cuanto a la sección de Planta Exterior, el museo dispone de una magnífica instalación de postes telefónicos y una simulación de galerías de cables, así como muestras de antiguos cables telegráficos submarinos y de cables coaxiales.
También dispone de una sección de telegrafía con terminales telegráficos que funcionan perfectamente, de tal forma que con dos de ellos se puede enviar y recibir un mensaje (como pudimos comprobar), para lo que dispone de un cartel explicativo del código Morse.
Hay otros equipos variados muy interesantes, como por ejemplo, entre otros, un reloj maestro para sincronización de equipos y una maqueta de una antena de microondas.
Hay que indicar que el museo dispone de un almacén donde se siguen enviando piezas y equipos procedentes de desmontaje con la intención de restaurarlos e incorporarlos al museo. Ahí pudimos ver una sección de una central rotary como las que conocemos en España. También recordar la labor de Ian Chaviano en las visitas guiadas como buen conocedor de los equipos, su funcionamiento y su historia.
También cabe señalar que el Archivo del Museo tiene un importante fondo fotográfico de imágenes antiguas, sobre todo de principios del Siglo XX, relativas al desarrollo de la telefonía en Cuba, que merecerá en el futuro una entrada específica.
Aquí os dejamos dos videos institucionales del museo de ETECSA (en youtube https://youtu.be/3YJxSv_UvOk https://youtu.be/zPtc5CX4gAw)
Nota: Todas las fotos son de Pablo Soler, salvo las que se indican como Archivo Museo ETECSA, que han sido cedidas por el responsable del museo, Ian Chaviano, habiendo autorizado a ubicarlas en este blog, al igual que los dos vídeos promocionales del museo, por lo que le agradecemos su generosidad.
y hay teletipos de distintos modelos y nacionalidades ,ya nadie los recuerda y solo hace
unos diesisiete años que se reemplazaron por sistemas de computacion ..
los teleimpresores cumplieron su cometido primero en la ROCMI hasta los años 70 en que
ese personal se fundio con la empresa telefonica y es una historia de la que se ha contado
poco,pero todavia queda algun personal tecnico de esos tiempos . gracias por su atencion.
Muchas gracias por tu comentario, Rogelio. Sí, tienes razón, quizá por «deformación profesional» nos hemos centrado más en la telefonía. Si obtenemos más información incluiremos una ampliación de esta entrada para citar lo que indicas, con total acierto, sobre los teletipos.