Hace cuarenta años, sería raro encontrar a alguien en nuestro país que se sorprendiera al encontrarse frente a un aparato telefónico de disco, y no supiera cual es su funcionamiento.
Tampoco le sorprendería escuchar diferentes tipos de tono al levantar el auricular, y sabrían llevarse el microtelefono al oido correctamente, y descolgar con presteza, al oir el machacón y penetrante timbre sonar repetidamente, al recibirse una llamada.
Obvio. ¿Verdad?
¡Pues depende! Entonces si, ¿pero ahora….? Depende, de la edad del sujeto.
Hoy los treintañeros apenas recuerdan la lentitud con la que el «pesado disco» retrocedía a su posición inicial después de marcar un «9» o un «0», o el tiempo que transcurría hasta recibir la «señal de llamada» que nos indicaba que la selección había sido exitosa y el número llamado no estaba ocupado.
Y no hablemos de los que ahora son niños….como podeis ver en este video y otros que podeis encontrar en la red.
Claro queda que lo que parecía obvio no lo es, ni lo era….. De hecho si nos vamos a los años veinte del siglo pasado, podemos ver los esfuerzos que la CTNE hacía para instruir a los usuarios en el uso de los «novedosos» teléfonos de disco que llegaron junto con la conmutación automática que permitió prescindir de las operadoras en las llamadas locales y urbanas.
Como ejemplo, sacamos del estupendo archivo fotográfico de la Fundación Telefónica, las imágenes que ilustran esta entrada.
Además de ilustrar paso a paso, no sólo el manejo de los procesos de inicio de la llamada y de marcación con el disco del número deseado, se nos muestran también las nuevas señales que venían a sustituir a la amable voz de la telefonista mostrando la equivalencia con las acostumbradas frases empleadas por las mismas. Todo un gustazo.
¡Nada es obvio……hasta que se aprende!
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