Es curiosa la «cercanía tecnológica» que los primeros aparatos telefónicos tuvieron con los timbres o «campanillas eléctricas», no siendo raro encontrarlos cerca en los textos especializados del siglo XIX y primeros años del XX.
En este caso, traemos un estupendo «Catálogo de campanillas eléctricas, teléfonos, telégrafos, pararrayos y tubos acústicos» publicado en Madrid en 1899 por la Viuda de Aramburo, que ha digitalizado el Museo de la Ciencia y de la técnica de Cataluña y que nos ha descubierto nuestro colega E. Borque.
Podeís acceder al libro completo pinchando aquí .
Es un placer para los que nos gustan los libros centenarios, hojear sus 92 páginas curioseando las descripciones, los grabados y los precios de los diferentes «cachivaches» que entonces eran los últimos gritos de la más avanzada tecnología….
Campanillas eléctricas, lo que ahora llamaríamos timbres con sus diferentes accesorios (en total 77 items): Cuadros indicadores, botones, peras y presillas, palomillas de varias llamadas, pisapapeles, llamadores de puerta de entrada, contactos de puertas, interruptores y conmutadores, pilas e hilos y cables conductores.
Tubos acústicos, sólo 10 items, para lo que entendemos sería un sistema de comunicación domestica ya en regresión ante la expansión del teléfono.
Pararrayos, un total de 17 elementos variados, puntas, soportes cables y picas para el montaje de estos elementos protectores.
Y por fin los Teléfonos, a partir de la página 37, un total de 82 items con toda una variedad de aparatos y elementos accesorios desde los sencillos hasta completas centralitas. A saber: Teléfonos domésticos para líneas cortas, Teléfonos para grandes distancias Sistema Ader, Teléfonos Ericsson (ver imagen), Aparatos con llamada de pila, Aparatos de llamada magnética, Aparatos para líneas interubanas, Conmutadores, Centrales telefónicas, Accesorios, Aisladores, Aparatos para líneas.
Y por último los Telegrafos, 17 elementos con receptores Morse y manipuladores, entre otros.
El catálogo se completa con un capitulo final de Planos e Instrucciones, sin desperdicio, en el que se ilustran los montajes y esquemas eléctricos para la instalación de las campanillas y de los teléfonos.
Como curiosidad de interés y relacionada con lo que comentamos en otra entrada destacamos el empleo del término «florón» para referirse al conector que algunos modelos de aparatos telefónicos incluyen para facilitar su conexión a la línea. Es lo que todavía denominamos como «roseta» del teléfono (en el caso de los fijos, claro) que deriva de «roseton» (en francés «rosace»). Y es que como muy bien nos apunta E. Borque:
Florón. 1. m. Adorno hecho a manera de flor muy grande, que se usa en pintura y arquitectura en el centro de los techos de las habitaciones.
Rosetón. (Del aum. de roseta). 1. m. Arq. Ventana circular calada, con adornos. 2. m. Arq. Adorno circular que se coloca en los techos.
«Como se puede ver son casi sinónimos, es natural que en esos tiempos tempranos, anteriores a la limpieza y fijación de las palabras relacionadas con la telefonía, palabras con el mismo significado, compitieran por hacerse un lugar dentro de la nueva tecnología».
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