A finales del siglo XIX, las primeras centrales telefónicas, las instalaciones dónde se concentran las líneas individuales de cada estación de abonado, tenían un llamativo e inconfundible aspecto provocado por su “coronación” en “templete”, torre o en castizo “kiosco”, del que “radiaban” aéreamente los conductores que desde allí, se tendían hasta el domicilio del afortunado poseedor de teléfono.
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Y es que no fue hasta años más tarde, con el servicio ya más consolidado, suficientemente demandado y gracias a los avances tecnológicos, cuando se planteó el tendido y enterramiento de nuevos cables, lo que lógicamente requería poner “patas arriba” todo el casco urbano de las ciudades.
Hablando de Madrid, el registro fotográfico histórico nos da testimonio de esta evolución, como muy bien podemos ver y leer en esta documentada entrada de bandabase.com sobre la “Casa Cordero” en las inmediaciones de la Puerta del Sol, donde prestó servicio la primera central de la Compañía Madrileña de Teléfonos, desde 1895 hasta su sustitución en 1927, ya por la Compañía Telefónica Nacional de España.
Evidentemente el cielo madrileño en los alrededores de la Puerta del Sol, nunca llegó a estar tan cubierto por un mar de hilos telefónicos, como muy posiblemente ocurriese en otras grandes capitales de la época, dado que la densidad de abonados entonces no daba para tanto (esta alcanzó los 5.600 abonados en 1927).
Torre de Teléfonos desde la Plaza de Brunkerbergstorg entorno a 1915 en Estocolmo ya fuera de servicio. Foto archivo histórico de Ericsson.
Este sería el caso de Estocolmo, la capital sueca, a juzgar por el tamaño de su “templete” principal construido en 1887. Un estructura de vigas de acero remachadas de 45 metros, que ya en aquella primera fecha daba servicio a 5.500 líneas. Podemos encontrar más información en esta entrada.
Volviendo a Madrid, otra cosa hubiera sido si la inauguración del edificio del Palacio de Comunicaciones de la Plaza de Cibeles, cuyo proyecto de 1904 contemplaba el uso de la torre del reloj como “templete telefónico”, no se hubiera retrasado hasta 1919, cuando ya los cables aéreos habían sido desplazados por las canalizaciones subterráneas [Ver nota].
Palacio de Comunicaciones Madrid. Palacios y Otamendi. Proyecto 1904 donde se dibujan los previstos cables aéreos desde la torre del reloj. Imagen ver Nota.
Nota: “El Servicio de Telegrafía en España” Miralles Mora V. En: O. Pérez San Juan (coord.) De las señales de humo a la sociedad del conocimiento. 150 años de telecomunicaciones en España. COIT, Madrid, 39-53.
Inquieto e interesado en casi todo...
Historias de la Telefonía en España 
Por la imagen de la torre de Estocolmo, parece que también sirviera como telégrafo de banderas.
Aunque pudiera sugerirlo, parece que la función de los banderines era meramente decorativa. Se colocaron en 1890 para acallar las críticas de la prensa que calificaba a la torre como «fea». Sin embargo cuando ya estaba en desuso, se quiso conservar porque ya formaba parte de la estética de la zona. Estuvo en pie hasta los años 50.