Si prefieres oirlo…
Está claro que en estos primeros días del año, uno está más propenso a tener recuerdos de tiempos pasados, posiblemente como consecuencia del ejercicio de proponerse los nuevos objetivos anuales.
Estaba yo en ello, cuando leyendo un agradable comentario de Antonio en este, nuestro blog de las historias de la telefonía, él empleó el término “latero” para referirse a los que se dedicaban en Telefónica (la CTNE) al mantenimiento y operación de los equipos de conmutación que por entonces eran mayoritariamente rotatorios.
Esa palabra clave me hizo revivir esta anécdota que, por otra parte, no olvidaré.
En 1981, después de superar el examen de ingreso al nivel de OT (Operador Técnico) en la compañía, lo cual no fue nada fácil, y asistí al curso de formación intensivo de varios meses que te capacitaba para el puesto y que además, en función de los méritos conseguidos, te permitía tras una dura selección, elegir plaza de destino.
Bueno pues, fue entonces cuando, todo orgulloso de mi tercer puesto y con mi flamante nueva plaza de OT de “conmutación” en Gijón, llegue a casa y al contárselo a mi padre, lo primero que se le ocurrió decirme fue: ¡Horror, un latero en la familia! . Hay que aclarar que mi padre, también telefónico, lo fue siempre en el mundo de la transmisión.
Y es que es cierto, el personal de conmutación en aquella época, éramos unos “lateros chupa voltios”.
Entre latas nos movíamos, y como el presupuesto no daba para más aparatos de medida, los “AVO” se los quedaban los “señorítos de transmisión», así que una de las cosas que nos enseñaban “con fruición”, era a distinguir entre batería y tierra a base de “dedos”. Y como a veces la sensibilidad dactilar no era mucha, para aumentar la conductividad era preciso humedecérselos……con la saliva. En fin, que allí tenias a los “chupavoltios” resolviendo averías …..»a salivazos”.
Y no es broma, una de las tareas de laboratorio en la escuela, era practicar con una ristra de resistencias en serie, y a base de “dedos”, ir tomándole el “gustillo” a los potenciales intermedios. ¡Qué cosas!
Por cierto, típica era la novatada que te aplicaban en las primeras visitas a las centrales cuando, en pleno ejercicio práctico de chupa voltio, te aplicaban, con toda mala intención, la corriente de llamada con sus 75 v de alterna, dónde tu sólo esperabas los -48 de la batería……¡menudo respingo que dábamos!, provocando las risas de los compañeros más veteranos confabulados con los profes.
¡Y aquél olor!, mezcla del engrase de los motores y la cera del linóleo que una pléyade de limpiadoras mantenía impoluto. Lástima que no dispongamos de grabadores de olor para reproducir lo que nuestra memoria olfativa sí es capaz de hacer recordar a nuestro cerebro.
Se decía que “Si me tienen que operar, que sea entre dos filas de buscadores antes que en el quirófano”. Y es que el polvo era el principal causante de las averías, al depositarse en los contactos de relés y buscadores, producía falsos contactos que ocasionaban errores en la selección o directamente ruidos o incomunicaciones en la conversación.
Sí podemos recordar la sinfonía sonora que producían aquellas «latas», gracias a las grabaciones que algunos tomaron. No os las perdáis y pinchar aqui. (¡Gracias una vez más muxfin!).
En fin, muchos son los recuerdos que estas maravillosas máquinas nos traen a la memoria y que merecen ser conservados. Así que aprovecho para hacer un llamamiento a los “lateros del mundo telefónico” animándoles a ello. Aquí nos tenéis para recogerlos y publicarlos.
Es normal que buscáramos alternativas al AVO http://colgadotel.blogspot.com.es/2006/08/el-avometro.html, ya que con sus tres kilos de peso encima de una escalera no era muy práctico que digamos. Otro de los pocos aparatos que usábamos en Conmutación era «la batidora» http://colgadotel.blogspot.com.es/2006/10/la-batidora.html.
Un lujo de aparatos. Robustos y sencillos aunque no muy manejables. La batidora no llegué a usarla.
Enlazo tu entrada del AVO en el propio texto. Estupenda información. Gracias de nuevo.
Desde el año 72 hasta el 85 que estuve trabajando como instalador de centrales en
Standard Eléctrica, aunque mi principal especialidad fue Centrales PC-32. Esporádicamente trabajé más de una vez en los distintos Sistemas de Conmutación y Transmisión, al igual que mis compañeros, refiriéndonos algunas veces de manera cariñosa a las Centrales con el Sistema Rotary, con el apelativo de «Villa Lata».
Miguel Ángel Campos.
Miguel Angel gracias por tu aportación. Ya vemos en tu blog Relatos de Juventud que nos cuentas siempre retazos de tus «aventuras telefónicas» que son parte de las «historias» de la telefonía en España que nos gusta recoger. Un abrazo. Jose Ramón.
Un placer aportar mi humilde «granito de arena».
Un abrazo, Miguel Ángel
Yo tambien soy uno de los lateros, reconvertidos posteriormente para batallar con sistemas mas moderrnos, pero está claro que el trabajo en centrales analógicas era otra historia.
Estuve trabajando, practicamente , en todos los sistemas y cada uno de ellos tenian sus caracteristicas, pero yo me quedaba maravillado cuando observaba los combinadores y selectores en el 7A2.
Os cuento una anécdota, referente a las averías:
Encontrándome en el año 1.977 en la Central de Calvario en la ciudad de Vigo,
recuerdo una historia un tanto singular que me contaron los compañeros
de la central, referente a una curiosa avería. Ocurría que de manera
esporádica y aleatoria se interrumpían bruscamente ciertas comunicaciones
de la central, sin atinar por mucho que se investigara a que era debido…
En aquel presente cuando ocurrieron los hechos, era la época de los tranvías, resulta que cada vez que pasaba uno de los tranvías por delante de la central, vibraba todo el edificio. Consecuencia del repetido efecto, terminó aflojándose la conexión de la tierra de la central, quedando dicha conexión de manera aleatoria e indeterminada, a expensas de las vibraciones.
Nos podemos figurar, el alivio que sintieron los operadores, una vez averiguada la insólita causa.
Genial Artículo, una gozada escuchar las batallitas de un «latero» jeje…
YO QUE HE PASADO POR TODOS LOS ESTRATOS DE LA CONMUTACION. ME CONSIDERO UN «LATERO» Y ES MÁS DE 7A1 Y A MUCHA HONRA.
Jose Luis, claro que si. Pues de 7A1 es desde luego un mérito nada abundante. ¿ Te animas a contarnos algo de ello?. Gracias por tu apasionado comentario.
Que tiempos aquellos yo ingrese de Operador casi señorito en el PC-1000 a finales de 1969 y quien no se acuerda de las «penicilinas» para eliminar cortocircuitos y quien ya en plan de veterano atrevido no las daba sin el obligatorio fusible y se cargaba un cable cinta o un multiselector. Rn fin historias de antaño.
Si Juan, ya son «de antaño», por eso mismo es importante registrarlas para que se puedan conocer, preservar y se valoren como se merecen. Gracias por el comentario. Cuando te animes me escribes qué era y cómo se aplicaba la «penicilina» esa. Un abrazo.
Hola , soy un gran apasionado de la telefonía , y en especial de los aparatos y equipos de medida , durante muchos años los estoy buscando y coleccionando , busco sobre todo equipos de telefónica , esos enormes aparatos de medida , analizadores de protocolos , de mic , pcm , osciloscopios , analizadores , registradores gráficos , comprobadores de reles , voltimetros selectivos , generadores de señales , analizadores de transmisiones digitales … De marcas tales como Wandel & Goltermann , Anritsu , Hewlett packard , Siemens , Tektronix , Fluke , etc… Cuanto mas antiguos mejor , preferiblemente » de válvulas «, en mis manos están como el primer dia , de cuidados , os dejo mi teléfono y correo por si teneis alguno , o sabeis como conseguirlos. 622603000. pentaconta5@gmail.com
Hola a todos, veo que tu pregunta sobre la «penicilina» no ha sido contestada, por lo que voy a tratar de explicarlo brevemente. A veces dentro de los cuadros de relés quedaban virutas metálicas como consecuencia de la fabricación o posteriores modificaciones que generaban cruces entre terminales. Cuando se agotaban todos los intentos de detectar dicho cruce se optaba por la famosa «penicilina» que lo curaba todo. Consistía en aplicar una tensión de -48v. a un terminal y una Tierra al otro con la precaución de pasar dicha tensión a través de un fusible para evitar daños mayores. Como precaución adicional, dicha operación se hacía con las luces apagadas, así si al menos no se eliminaba el cruce, podías ver dónde se originaba el cruce y proceder más adecuadamente.
Muchas gracias Emilio por la aclaración que, efectivamente estaba pendiente. No creo que ya haya mucha gente que lo recuerde!
Hola a todos los que empezamos en la edad del cobre y de las latas y terminamos con ceros y unos circulando por la fibra. El AVO no era efectivo como el chupa voltios. Yo también estuve en Xixon Corrida 7 D y Pumarin ARM.! Qué Tiempos! , ! Qué AMIGOS compañero. No se olvida.
¡Qué tiempos verdad!
Aunque mi destino fue la central de Simancas, primero pasé por Pumarín para aprender el ARF con los encargados de la urbana. Una central enorme que con la CTS que era la ARM debía ser la más grande del momento de las de Ericsson (entonces Intelsa). Habrá que seguir recordando y escribiendo sobre aquello…