El Apolo 11 y el enlace telefónico que lo hizo posible

Una de la efemérides más celebrada en este 2019 es, sin duda, el cincuentenario del éxito del Apolo 11 y la llegada del primer hombre a la Luna el 20 de julio de 1969. Podemos encontrar en la actualidad incontables referencias del evento en interesantes libros, películas, artículos, exposiciones, conferencias, etc. que repasan y rememoran prácticamente todos los aspectos de aquella epopeya.

Entre todos ellos, son especialmente curiosos, por novedosos, los que destacan el papel relevante desempeñado por la participación española en todo el proyecto espacial de aquellos años. Por ejemplo los preparados por los propios protagonistas como José Manuel Grandela Durán en su capitulo «La conquista de la Luna: España lo hizo posible» en el libro colectivo (y blog) «Ciencia, Y un gran paso para la Humanidad!!» o el divulgador Quique Teruel en su recomendable blog «50 años del Apolo 11: un gigantesco salto para la humanidad», en el que se hace una ameno repaso de toda la historia destacando el trabajo realizado desde España.

Ya comenté en mi blog personal con motivo del 45 aniversario, mis recuerdos y algún detalle sobre la participación de la entonces CTNE en el proyecto, participación que ha sido objeto de atención de la Fundación Telefónica que ha montado una miniexpo «De Madrid a la Luna» al respecto, con coloquios relacionados disponibles en su web y este estupendo vídeo resumen que insertamos.

El vídeo termina acertadamente citando a Neil Armstrong en octubre de 1969 en su visita a España tras la hazaña.

«Sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apolo 11 y la estación Apolo, en Madrid, podemos afirmar que nuestro aterrizaje en la Luna no hubiera sido posible»      Neil Armstrong

A este respecto, no podemos dejar pasar la ocasión para comentar un hecho poco citado, incluso en estas fechas, y que vino a dar todo su énfasis a esta frase. Y es que sin el empeño profesional de los responsables de aquellas comunicaciones en España, la misión hubiera tenido que demorarse.

Nos referimos al enlace de datos, imprescindible para la misión, entre Madrid y el Centro de Control de la NASA, que hubo que establecer por medios alternativos, inicialmente no previstos, al fallar el satélite de comunicaciones INTELSAT III-F2, unos quince días antes del lanzamiento, en el mes de junio como nos cuenta Quique Teruel.

Para ello recurrimos a sus actores principales, Donald E. Kimberlin por la ITT y Luis Terol Miller, por la CTNE, que gestionaron la resolución del problema. Lo podemos leer en las paginas 304 y 305 de «Crónicas y Testimonios de las Telecomunicaciones Españolas» editado por el Foro Histórico de las Telecomunicaciones. Cuadros 10.1 y 10.2 (este último de Jesús Martín Tardío ).

«Lo que la mayoría de la gente no sabe es que estuvimos muy cerca del fracaso —escribe Kimberlin— y que hasta casi el último minuto, la misión lunar estuvo a punto de cancelarse, no por problemas relacionados con el cohete propulsor, la astrofísica o la astronáutica… sino por falta de comunicaciones.»

También podemos leer directamente el relato de Kimberlin, y no perdernos ningún detalle, en esta web o en este pdf (ambas en inglés).

Ante el irrecuperable fallo del satélite INTELSAT III, a través del cual se había diseñado el enlace entre Robledo y Greenbelt (al Centro de Comunicaciones de la NASA, en Maryland), vía la estación terrena de Buitrago, y tras el intento vano de utilización del viejo satélite Early Bird (ya con la baterías en las últimas) y dado que el nuevo INTELSAT de reemplazo lanzado en esos días, no llegaría a tiempo, fue necesario constituir a toda prisa un enlace para datos con los 48 kbits que se necesitaban, vía cable telefónico.

Concretamente se necesitaba concatenar 12 circuitos telefónicos, liberando otros tantos circuitos asignados a las diferentes operadoras telefónicas, en los escasos cables submarinos trasatlánticos en servicio en aquellos días. Una tarea nada trivial, que requirió la dedicación plena de los técnicos de CTNE, durante muchas horas, para conseguir coordinar las actuaciones con las operadoras europeas implicadas, para liberar sus recursos, con el objetivo de conseguir la plena operatividad al menos 2 horas antes de la «hora T». Y … ¡Se consiguió sólo con cinco minutos de antelación!

La red de comunicaciones finalmente constituida es la que se ve en el esquema siguiente.

Apollo 11 Network

Detalle de la red de comunicaciones NASCOM constituida para el control del Apolo 11. Del blog mrgorsky.wordpress.com

Se utilizaron circuitos sobre los cuatro cables submarinos TAT que unían París y Londres con América. Traduciendo a Kimberlin:

«Terol me dijo que los ejecutivos de AT&T, ITT y CTNE ya habían estado trabajando con contactos personales con PTT en toda Europa. En el mundo de los enlaces internacionales, simplemente no existe una orden verbal. Cada petición de un circuito es una transacción documentada. No hay forma de que una orden verbal, por más urgente o convincente que sea, pueda hacer que un técnico, digamos, en Francia, coloque un cable de conexión en un panel cortando un enlace de tránsito entre los EE. UU. y Suiza. Todos y cada uno de los acuerdos informales requerían la intervención personal de los principales ejecutivos telefónicos en las naciones afectadas….

Hay que tener en cuenta que estábamos reuniendo una docena de circuitos, uno o dos de Inglaterra, de Bélgica, de Países Bajos, Dinamarca, Alemania, Suiza, España e Italia, en los diversos cables desconectados y redirigidos con parches manuales hacia España, lo que tomó mucho tiempo de coordinación.»

Como apunta Tardío y el mismo Kimberlin, para todo ello hubo que desarrollar y aplicar habilidades de negociación, que los que conocieron ese mundo pueden imaginar con facilidad.

«Un empleado de la CTNE manejaría las redirecciones de negociación desde cada punto de desconexión. Conocía la infraestructura europea con bastante detalle. Podría establecer el plan para llevar los circuitos a Madrid a través del menor número de lugares con los que negociar.»…

…»Mientras los jefes trabajaban el sistema desde arriba hacia abajo, nuestro empleado de la CTNE lo hacía desde abajo hacia arriba. Cuando un técnico adormecido bloqueaba la actuación, a un país o dos de distancia, sacaba su «pequeño libro negro» de nombres y números que conocía en ese país. Hablaba con un supervisor o gerente sobre el espíritu del esfuerzo, y hacía que ese jefe motivara a su gente o incluso fuera a la oficina para hacerlo él mismo.»

Sirva esto como homenaje a aquél  «nuestro empleado de la CTNE» y a tantos otros, que comprometidos con el objetivo, entendiendo el espíritu de las normas y asumiendo la responsabilidad de sus actos, con el esfuerzo y el sacrificio que ello supone, hacen posible que enormes y complejos proyectos, como este, alcancen el éxito.

Como epílogo Kimberlin planteaba…

«La mayor cuestión que nos podemos hacer hoy es si podremos volver a reunirnos en un espíritu tan unificado para lograr un objetivo de esa magnitud.»

Aunque las condiciones, por el conocimiento y la tecnología de la actualidad, son mucho mejores, lo cierto es que, la dificultad para convocar y aunar tantas voluntades sigue siendo, después de medio siglo, igual de difícil. Quizás por ello, y por múltiples razones políticas y geo-estratégicas, no hayamos vuelto aún a la Luna.

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Inquieto e interesado en casi todo...

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Publicado en Historia, Protagonistas, Telefonía, Transmisión
6 comments on “El Apolo 11 y el enlace telefónico que lo hizo posible
  1. mrgorsky dice:

    Estupendo artículo que aporta buena información que desconocía. Muchas gracias por haberlo escrito y por citarme. Un saludo cordial. Quedo a su disposición.

    • Leyendo vuestro blog recordé haber leído algo sobre el asunto. Es uno de tantos hechos de la historia del día a día de los profesionales de las telecomunicaciones españolas que es necesario recuperar, documentar y difundir.
      Enhorabuena por todo el buen trabajo realizado junto con la Fundación entorno a la efemérides. Saludos.

  2. Adela dice:

    Mi padre, que trabajaba en la radio de Benferri(Valencia), tiene un diploma a su nombre con las medallas conmemorativas que le enviaron desde EEUU por haber participado en el proyecto.

    • Gracias Adela por tu comentario.
      Veo que nuestros padres trabajaron en aquél proyecto. Aquellos diplomas, pósters y medallas de las diferentes misiones que patrocinaba la NASA, ahora tienen un importante valor testimonial, no en vano ha pasado ya medio siglo. Tendremos que escribir algo más sobre ello. Saludos y gracias por leernos.

  3. Zurupeto dice:

    Mi más sincera Enhorabuena por tan completo y bien documentado relato.
    Es una pena que Telefónica, que participó directamente con personal y equipo propio en la Estación de seguimiento NASA, Madrid, y una de las Dos únicas operadoras Mundiales que participaron en este hecho, uno de los más importantes en la Historia de la Humanidad, no haya sabido estar al nivel que le correspondía.

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