Inspirados por la enésima versión de televisión de la famosa obra «El conde de Montecristo»1, del autor francés Alejandro Dumas (1802-1870), donde el telégrafo óptico de Chappe forma una parte importante del argumento, nos preguntamos si los telégrafos también aparecían en nuestra literatura. Hemos recopilado algunas escuetas referencias y una reciente obra que habla del tema, esperemos que con el tiempo esta relación pueda ser ampliada con más ejemplos.


El estudioso de la telegrafía Sebastián Olivé, se quejaba de lo poco que aparecía la telegrafía en general, óptica y eléctrica, reflejada en la literatura española. En el capítulo VII, «Episodios Nacionales» de su libro «Historias del telégrafo», que se puede encontrar completo en nuestra reseña y también en la web de Amigos del Telégrafo, decía:
«Cuando se revisan los acontecimientos telegráficos, es decir, cuando se pretende conocer la “Historia de la telegrafía” se encuentra uno con la particularidad de que los “hechos telegráficos” son letra menuda y no interesan a los historiadores de la Historia con mayúsculas. Incluso, en lo que se refiere al telégrafo español, parece que tampoco interesa a los novelistas.«
Olivé, en su completa revisión a los Episodios, nos menciona el resultado de la lectura detallada de la obra magna de Galdós, comentando todos los detalles históricos relacionados o relacionables con la actividad telegráfica encontrados y ausentes (que son la mayoría).
En ese capítulo, D. Sebastián se queja de lo poco que se referencia al telégrafo, tanto óptico como eléctrico, en la obra de Benito Pérez Galdós (1843-1920). A pesar de dicha queja, hemos localizado un par de ejemplos ciñéndonos a la telegrafía óptica.
Como veremos a continuación esta obra no es el único testimonio literario, pero casi…


Luchana. Episodios Nacionales. Benito Pérez Galdós
En Luchana, cuarta novela de la tercera serie, narra el sitio de Bilbao que tuvo lugar en 1836, durante la primera guerra carlista. Allí se referencia en varias ocasiones el telégrafo de Portugalete a Miravilla (ahora Miribilla) siempre con la misma frase o una similar: «Continúe Bilbao defendiéndose. Pronto será socorrida», mensaje crucial para mantener la moral de los sitiadores.
Narváez. Episodios Nacionales. Benito Pérez Galdós
Hay un párrafo en Narváez– segunda novela perteneciente a la cuarta serie escrita en 1902- en el que Galdós nos descubre una torre de una línea que solo existió en la imaginación del escritor.
En concreto, en el capítulo XVII, Galdós presenta una carta de Doña Librada, madre del protagonista José García Fajardo a su nuera María Ignacia.
«Hija muy amada, ya espero todos los días la noticia de tu alumbramiento, y lo veo tan feliz que más no puede ser. Dios y la Santísima Virgen te asistirán. Y como Pepe [el protagonista] me ha dicho que me mandará la noticia por el telégrafo del Gobierno, no hago más que mirar a la torre que tenemos en el Alto de Baides a ver si hace alguna garatusa con las bolas…
Yo no lo entiendo; pero como el telegrafista D. León Preciado me ha prometido que me comunicará la noticia tan pronto llegue, en el descanso, y no hago más que pedir a Dios que te dé un buen cuarto de hora…»
Baides era un municipio con un centenar de habitantes en 1848, en el momento de la novela, en la provincia de Guadalajara y a unos 18 Km al suroeste de Sigüenza; ubicado en un valle, el Alto de Baides, podría ser cualquiera de los montes que lo rodean, como pueden ser el Mirador de Baides, al oeste del pueblo o el Alto de los Hoyelos al este. Como se observa en el texto de Galdós, éste desconocía el carácter secreto de las comunicaciones del telégrafo óptico y la imposibilidad de transmitir mensajes personales.
La estrella de Vandalia. Fernán Caballero
Otra de las referencias que encontramos, se la debemos a Cecilia Böhl de Faber (1796-1877), más conocida por su seudónimo «Fernán Caballero», en su obra La estrella de Vandalia, publicada en 1880 y dedicada a Dolores Tamariz con la que tuvo una gran amistad durante su estancia en Carmona, población sevillana que porta en su blasón una estrella y la leyenda: «SICUT LUCIFER IN AURORA, SIC IN VANDALIA CARMONA». Como brilla la estrella de la mañana en la aurora, brilla en Vandalia Carmona. Para una mejor interpretación de la obra recomiendo la lectura de «Una muestra de la escritura de Fernán Caballero sobre Andalucía: La estrella de Vandalia» de Rogelio Reyes Cano.
En el primer capítulo, donde hace una descripción de la ciudad, realiza una peyorativa descripción del telégrafo:
Sólo en su parte más alta á la derecha, esto es, hacia el Levante, ha labrado la era moderna un feísimo telégrafo, que lleva la matrona como sello de actualidad en su frente, en la que parece una berruga. No es culpa nuestra si los telégrafos son feos, si son caricaturas de torres, si hacen muecas, como decía un amigo nuestro; si, simbolizando la velocidad, son unas moles pesadas y sin gracia; si, significando la publicidad y las comunicaciones, son frondios y mudos oráculos que despiertan la curiosidad sin satisfacerla, envueltos como lo están para los profanos en silencio y misterio. Ni que, al pasar por ellos la acción y la vida, queden ellos inertes y muertos, como si protestasen contra ambas; ni, por último, que, careciendo de belleza en su forma y de poesía en su objeto, sean grotescas esfinges que solemnizan la cotización de la Bolsa.
Esta despectiva descripción no nos debe sorprender al considerar el conservadurismo de la autora, contrario a todo lo que significara progreso.
Pedro Sánchez. José M. de Pereda
Creemos que la reflexión que hace Jose M. de Pereda (1833-1906) en su obra Pedro Sánchez, sobre las torres del telégrafo, es la mejor alusión sobre ellos en la literatura revisada. Como en una autobiografía, el protagonista Pedro Sánchez, relata el viaje que le llevará hasta Madrid observando los accidentes del camino, donde observa de vez en cuando las torres del telégrafo de la línea Irún-Madrid de la red del sistema de Mathé. Esto le lleva a una reflexión que bien merece estar en todas las obras que hacen referencia a estas torres.
«… Y vuelta á dormir y á rodar en llano, hasta que amaneció el nuevo día entre polvo del camino real y campos de desolación. Sobre ellos, como sobre los que iban quedando atrás, descollaban acá y allá muy de tarde en tarde, tal cual tumor, plomizo y rapado, encima de alguno de los cuales se erguía un castillete coronado de unos barrotes, entre los que subía y bajaba una cosa negra, á modo de caldero. Eran los telégrafos ópticos, que, lejos de alegrar el paisaje, le entristecían todavía más; pues á la contemplación del insulso detalle iba unida la consideración de que dentro de aquella jaula de sólidas paredes, había seres humanos incomunicados con el resto del mundo; y para mayor burla de la desgracia, ellos, los encargados de conducir maquinalmente la palabra de los demás á través de la tierra, estaban condenados á no hablar con nadie, fuera de lo que hablaran entre sí.»
El relicario. Jaime Gutiérrez Alonso
Por último, comentamos El relicario, obra de Jaime Gutiérrez Alonso, viejo colega y colaborador nuestro y que sus investigaciones lo han llevado desde la telegrafía óptica hasta la «Integración de las redes telefónicas en la CTNE». En este caso, con El relicario se introduce en el género literario con una novela ambientada en la primera mitad del siglo XIX, en medio de la primera guerra carlista y donde el telégrafo óptico tiene un papel protagonista.
Futuros descubrimientos
Esta entrada tiene una clara vocación colaborativa y agradeceríamos a nuestros perspicaces lectores que nos comuniquen cualquier otra referencia que conozcan o descubran.
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- Nos referimos en concreto a la serie franco-italiana dirigida por Bille August en 2024, la secuencia del telégrafo óptico de Chappe se incluye en el quinto capitulo. Algunos detalles e imágenes podéis ver en este documento y para los que quieran profundizar aquí tenéis el capitulo de la obra literaria original de Dumas en español ↩︎






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