Traemos hoy a colación, el que quizás sea el primer libro español dedicado al teléfono, dentro de la bibliografía técnica editada en España en el siglo XIX. Publicado apenas tres años después de la propia invención del teléfono, por José Casas Barbosa (1846-1896) Telegrafista del Estado y pionero de las aplicaciones de la electricidad, escritor y periodista científico.
Editado en la colección «Biblioteca de la Maravillas» con el título «Maravillas de la Telefonía. Descripción de El teléfono, el micrófono y el fonógrafo» por Trillo y Serra Editores en Barcelona en torno a 1879. Del mismo autor y en la misma colección podemos encontrar dos textos más «Maravillas de la luz eléctrica», y un suplemento a su propia traducción de las «Maravillas de la Aerostación», relativo a España.
Este centenario libro sobre «teléfonos, micrófonos y fonógrafos», lo tenemos disponible por via digital gracias al Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya MNACTEC en ISSUU y podemos disfrutarlo al completo con sólo pinchar aquí, tal como nos comunicaba nuestro colega E. Borque hace unos meses.
En su introducción, comenta la celebración de la «Exposición Universal de Filadelfia» de 1876, en la que se presentó el teléfono por Graham Bell y su impacto entre los ilustres visitantes del evento, en un momento en el que el telégrafo alcanzaba ya un muy alto nivel de perfección.
Tras ello, se divide el texto en siete «libros» completando el índice de contenidos, como sigue.
El Teléfono. Introducción.
- Libro Primero. La Telefonía antes de Graham Bell
- Libro Segundo. Graham Bell
- Libro Tercero. La electrofonía después de Graham Bell
- Libro Cuarto. Experimentación y Aplicaciones
- Libro Quinto. Discusión y Teoría
El Micrófono:
- Libro Sexto. Nuevo carácter de la Telefonía
El Fonógrafo:
- Libro Séptimo. Una maravilla acústica
Desde la primera página nos llamará la atención el lenguaje usado, que más allá de los cambios de estilo y de los vocablos en desuso por los muchos años transcurridos, refleja el empeño del autor en emplear los términos precisos que delimiten y clarifiquen las características de estos nuevos inventos. Así, se emplean voces curiosas como «electrofonía» «electrofónico « y «electrófono» para destacar las característica diferenciadora del invento de Bell, en relación con otros «teléfonos» no eléctricos que basados en otros fenómenos físicos distintos de la electricidad, también permiten hacer llegare la voz (fonía) a -cierta- distancia (tele).
Después de introducir los fenómenos físicos en los que se basa el «electrófono» se detalla el proceso de invención y mejora seguido por G. Bell completándose así el libro segundo y pasando en el tercero a los progresos aportado por otros inventores como Edison -al que introduce con una apasionada biografía-, Right o Ader. Llama la atención las representaciones gráficas de las corrientes variables electrofónicas en forma de ondas sinusoidales, quizás también por primera vez.
En el libro Cuarto tenemos un interesante texto sobre las limitaciones de la transmisión telefónica a más largas distancias y los ensayos realizados hasta aquella fecha. Hay que comentar como curiosidad la «Cámara Telefónica» (lo que ahora llamaríamos cabina) del Sr. Dalmau (*) y su empleo en las primeras pruebas de alcance de las comunicaciones «electrofónicas» en España, entre Barcelona y Zaragoza, o Madrid y Aranjuez llegando a Tembleque y Manzanares y alcanzando «el límite potencial del sistema» de 400 km. con Andujar (en la página 34-35). Se acomete la problemática de la medida de la intensidad de las corrientes «electrofónicas», introduciendo el Galvanómetro de Thomson, y de las derivaciones de la líneas aéreas así como de la perturbaciones por inducción.
Se termina este apartado con varios capítulos en los que se describen diversas aplicaciones telefónicas. Indispensable el primero de ellos (Capítulo XVIII), que se dedica a «La telefonía en España» y en la que el autor, después de proponer el empleo del teléfono como ventajoso en los servicios municipales, nos describe los valores de la posible vulgarización del teléfono para usos fundamentalmente domésticos, descartando (en base a las experiencia con el telégrafo) su empleo en el mundo de los negocios en España (no así en otros países) en lugar del disponible telégrafo, que en su opinión no se había extendido tanto como debiera. Termina el libro proponiendo otros usos curiosos entre los mineros y buceadores, o como detector de la existencia de corrientes eléctricas en competición con el galvanómetro, o como auxiliar de las comunicaciones de campaña en el ejercito y otros curiosos en la marina.
Con detalle, se enumeran las diferentes partes del teléfono de Graham Bell (Trompetilla acústica, Membrana, El imán y la Bobina), complementando el quinto libro con elucubraciones y la «Teoría» sobre su funcionamiento.
Se completa la obra hablando del Micrófono, de Hughes, y sus aplicaciones en el Sexto libro y sobre el Fonógrafo en el Séptimo, describiendo el «fonoautógrafo» de Scott y el fonografo de Edison todo ello entre anécdotas y curiosidades interesantes.
El repaso en directo al texto es muy recomendable e insustituible.
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(*) Sin duda se refiere a Tomàs Josep Dalmau i García (1836-1905). Más datos aquí.
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