Continuando con nuestro plan de visitar todas las instituciones del país que conservan equipos antiguos de telefonía, acompañados por un grupo de ex telefónicos apasionados del tema, visitamos en una de estas frías tardes de noviembre, el Museo Postal y Telegráfico situado en la Calle de Tapia de Casariego, 6, 28023 Madrid.
El Museo se hospeda en el edificio del «Centro de Innovación» de Correos (Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos) en la zona de Aravaca, ubicación adecuada y espaciosa , pero no muy bien comunicada por medios públicos lo que no facilita la afluencia del público. Al parecer se trata de una sede provisional, en tanto se habilita la definitiva, más céntrica, tras su traslado desde el Palacio de Comunicaciones en Cibeles, como consecuencia de su conversión en sede del Ayuntamiento de la capital del Reino.
La visita se puede concertar y en ese caso puede hacerse guiada y si es por la mañana se puede complementar con la consulta en la Biblioteca de sus fondos documentales.
Es muy recomendable ver el vídeo de presentación, en el que se introduce al visitante en la historia del correo postal y de la telegrafía, desde sus remotos orígenes hasta nuestros días, con interesantes detalles y curiosidades históricas que luego permiten apreciar mejor los materiales expuestos en las diferentes salas.
¿Porqué los buzones de las principales oficinas eran preferentemente «bocas de león»? o ¿A partir de qué fechas se impusieron los Códigos Postales?, son entre otras las cuestiones que se pueden aprender.
Y después, en las diferentes salas se pueden observar muy distintos efectos: las carteras y carritos de reparto, los uniformes, sellos, matasellos, maquinas clasificadoras, apartados de correos, los citados buzones, curiosas cartas «jeroglíficas», etc, etc,; y luego pasando por fin, a las salas «eléctricas» de la Telegrafía, Telefonía, Télex Radio, etc, contemplar las preciosas joyas históricas de la tecnología que allí se conservan entre las que estaban las que veníamos buscando.
Como no podía ser de otra forma, estupendas las piezas de la Sala de Telegrafía, con magníficos aparatos decimonónicos, entre los que destacamos un teleimpresor Hughes, el primero que transmitía mediante teclado e imprimía en cinta caracteres alfanuméricos y una estupenda matriz de de conmutación telegráfica tipo «suiza» de barras cruzadas montada en mueble mural, que prestó servicio en una comarca de Granada, para compartir entre sus poblaciones los circuitos de telegrafía. Un joya que, en nuestra opinión merece especial mención.
También curioso en la misma sala, un libro impreso en Madrid en 1846, titulado «Servicio Telegráfico Diccionario Fraseológico Oficial».
Centrándonos en la Sala de Telefonía, observamos que sólo tiene en exposición media docena de centralitas manuales, cuatro L.M Ericsson de 1884 a 1900 de 10, 30, 50 y 200 abonados, una Siemens SCHRANK 100T y una CITESA ITT de 1980, todas ellas junto con varios aparatos telefónicos de diversas fechas, prestaron servicio en diferentes centros de la Administración, desde el Gabinete de la Reina Maria Cristina hasta Presidencia del Gobierno, pasando por diversos Ministerios. Desde luego todos ellos fueron protagonistas «inanimados» de la Historia. ¡A saber lo se habrá escuchado por ellos!
De cualquier forma, en el ámbito de la conmutación de red telefónica propiamente dicha, no se expone equipo alguno. Si es de destacar el caso de las redes Télex, además de diversos equipos terminales de Teletipos, un par de Mesas de Prueba de los equipos de conmutación Télex AXB20 de Ericsson, fabricados por INTELSA, que funcionaron en la Central de Tránsito Nacional de Sevilla.
La red Télex se inició en 1954 con una primera central de conmutación automática paso a paso de Siemens tipo TW39 y se modernizó a partir de 1965, sobre equipos electromecánicos de barras cruzadas tipo ARB y ARM de Intelsa y, posteriormente en 1.981 con equipos electrónicos de conmutación tipo AXB20. La red Télex tuvo un despliegue nacional sobre ocho nodos de tránsito nacional, tres de ellas con interconexión internacional, y con cabeceras en todas las capitales de provincia.
Como comentario general, hay que decir que echamos de menos una mejor, más completa y precisa descripción de los aparatos, sin duda un trabajo por hacer que posiblemente requiera de la participación de veteranos y/o historiadores especialistas.
Por último, destacar que el trato recibido por el personal del Museo, fue espléndido teniendo ocasión incluso de saludar a la Directora del mismo Doña María Victoria Crespo, que es además miembro de la Asociación de Amigos del Telégrafo, con la que cambiamos impresiones sobre las peculiaridad del caso español por el desarrollo separado de los mundos «telegráfico y telefónico» (sobre esto recomendamos la lectura que se enlaza al pié de esta entrada) y que nos emplazó a visitar en una nueva ocasión, la Biblioteca del centro, cosa que sin duda haremos próximamente.
A la salida fuimos obsequiados con unas postales de recuerdo, con fotografiaras de piezas del museo, y unos ejemplares de los últimos números de la revista Telegrafistas.com que edita la Asociación de Amigos del Telégrafo.
En fin, un agradable rato en el que tomamos conciencia de los mucho que tenemos y lo más que queda por hacer, en el terreno de la investigación histórica de las Telecomunicaciones en España.
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Para saber más sobre la historia de las Telecomunicaciones en España con una visión resumida e «integrada» recomendamos la lectura de este documento: «Pinceladas de Telecomunicación en España» de Domingo Martín de la Vega Fernández página 423, que se alberga en la página del Foro Histórico de las Telecomunicaciones.
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