El 27 de mayo de 2025, según los medios, Telefónica completó el cierre de sus últimos equipos de conmutación telefónica convencional, es decir, con acceso sobre línea de cobre. Con ello se completa el plan previsto de migración a la telefonía VoIP o «voz sobre protocolo internet», que ya lo es toda, se curse sobre terminales fijos sobre fibra óptica hasta el hogar (FTTH) o sobre móvil (xG).
Una fecha histórica, para recordar en los libros y tratados que en adelante se escriban.
Hace unos años, en 2017, ya escribíamos del inicio decidido de este proceso de apagado paulatino de las centrales sobre par de cobre. Más de una década ha llevado a Telefónica todo este enorme esfuerzo. Entonces decíamos:
El plan, en el que se viene trabajando desde 2009, comenzó definitivamente en noviembre de 2015, como se nos contaba en esta entrada de la CNMC, con el cierre de las dos primeras centrales, las de Can Rabella en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) con 432 accesos y la de Los Peñascales en Torrelodones (Madrid) con 1390.
Y ahora con las últimas instalaciones que se han cerrado en estos días acaba el proceso.
¡Y esto es todo amigos! Así podríamos decir, parodiando aquellos primeros dibujos animados de nuestra infancia. ¡No va más!
Así se adelantaba la noticia un par de días antes por la televisión:
Ni siquiera un siglo y medio, apenas 148 años han pasado desde que, en octubre de 1877 en la ciudad de La Habana, de la entonces española provincia de Cuba, se llevaran a cabo las primeras experiencias telefónicas en nuestro país.
No parece mucho, pero, sin embargo, en esos años la revolución tecnológica y sobre todo la implantación por toda la geografía mundial de las infraestructuras telefónicas ha sido espectacular.
Casi tan espectacular como su ritmo de desaparición. Lo que nos preocupa mucho. Nos referimos al patrimonio material e inmaterial de la telefonía. Porque mucho es lo que se ha perdido desde sus orígenes, y lo que se está perdiendo en la actualidad, a pesar de la enorme cantidad de infraestructuras y equipos desplegados que, tras prestar su servicio durante un tiempo cada vez más corto, ha sido apartado y sustituido por una nueva generación tecnológica, repitiéndose la jugada una y otra vez.
Desde que iniciamos este blog nos hemos dedicado a ello, pero es insuficiente lo que podemos hacer desde esta humilde tribuna. Urge continuar escribiendo esta historia…
Seguiremos, pero aquí debemos dejar constancia del hito, de la fecha que será una referencia en adelante.
El 27 de mayo de 2025 es la última fecha de cierre de servicio de acceso cobre acordada con CNMC y por tanto, con independencia de que puedan quedar algunos flecos pendientes para fechas próximas, es la fecha oficial, y así lo refleja la prensa, de la que dejamos aquí algunas referencias.
La operación completa, con el desmontaje de todos los equipos e infraestructuras relacionadas, llevará aún su tiempo. Esperemos que en la operación se puedan salvar, como en el Arca de Noé, al menos «uno de cada» para conservarse en el conjunto del patrimonio de la historia de las telecomunicaciones en España.
Seguiremos el asunto.





Esperemos de Telefónica, que tengan la suficiente sensibilidad, para salvaguardar muestras de todo este patrimonio tecnológico, digno de un “Museo Nacional de las Comunicaciones”.
Muchísimas gracias José Ramón, por tus siempre interesantes artículos. Un abrazo, Miguel Ángel Campos
Muchas gracias por tu comentario Miguel Ángel. Efectivamente, Telefónica como principal protagonista de esta historia, pero también los demás actores de las telecomunicaciones en nuestro país, otros operadores, los fabricantes y suministradores, etc. todos ellos deben tener esa sensibilidad que comentas además de la ineludible responsabilidad que tienen en el tema.
Se lo recordaremos de continuo.
Un abrazo
Indudablemente la conexión de fibra óptica en el hogar supone un gran avance en cuanto a capacidad de datos, no obstante hace poco, con el apagón del pasado 28 de abril ha quedado patente que no hemos mejorado en cuanto a conectividad. Creo que el objetivo ahora debería de ser el asegurar con fibra el mismo nivel de servicio que daba el cobre.
Gracias por tu comentario Juan Antonio. El «gran apagón» ha evidenciado lo que, al menos menos los profesionales del sector, ya sabíamos. Todo cambió cuando las telecomunicaciones dejaron de ser un «monopolio natural» y la ley del «casi» libre mercado se impuso. Antes la normalización internacional del club del CCITT y otros organismos internacionales (europeos más bien) exigían unos altos niveles de seguridad en las comunicaciones que ahora será muy costoso recuperar.
Corren malos tiempos para ello. Las soluciones serán parciales y sólo disponibles para los más agraciados…
Ojalá me equivoque. Lo iremos viendo en los próximos «apagones».
Un abrazo.