Muchos son los rincones, a veces inesperados, en los que nos encontramos unos pocos antiguos teléfonos. No en balde, el citado aparato, fue el primer chisme tecnológico que entró en muchos hogares, y sin duda al llegar el fin de la vida útil de aquellos primeros modelos, sus dueños se lo pensaran dos veces antes de deshacerse de ellos. Y en todo caso, los más lujosos, fueron siempre señal de distinción y capacidad económica, quedando para recordar dicho hecho. Uno de esos rincones lo encontramos en la malagueña Vega de Antequera en el Caserío de San Benito.
Fue nuestro colega Luis Méndez el que, en su búsqueda incansable de antiguos aparatos telefónicos empleados en España en todos los tiempos, descubrió la vitrina de los teléfonos que se expone en la antigua capilla del cortijo junto con otras colecciones de diversos enseres (relojes, cámaras, máquinas de coser, de escribir, de calcular, gramófonos, radios, televisores, etc. además de vajillas, cerámicas y otros utensilios), decorando muy acordemente el lugar.
Sin más, se ofreció a catalogar la colección, compuesta por una treintena de teléfonos, identificando cada uno de ellos con su correspondiente ficha. Y ahí que nos fuimos, una fría mañana de diciembre, acompañados de Juan Carlos Prieto, otro apasionado de las telecomunicaciones, madrileño afincado en Málaga y exempleado de CITESA, que demostró con excelencia sus habilidades manuales acertando en la apertura de los aparatos, que fue imprescindible para identificar el origen de muchos de ellos.
Aquí os presentamos un popurrí de los aparatos de todo tipo, fecha y condición que nos propusimos documentar.
Predominan los intercomunicadores que inicialmente, en tanto se organizaban las incipientes redes públicas urbanas, debieron tener cierto éxito en las grandes mansiones y en las empresas para la facilitar la comunicación interna.
También cuenta la colección con algunos ejemplares de sobremesa con disco o sin él, y también con magneto de la casa sueca L.M. Ericsson sobre todo, pero también alemanes de la Mix & Genest y americanos de la Western y la Bell.
Todos los aparatos se fotografiaron individualmente, para confeccionar su ficha, resaltando los detalles que pueden ser fundamentales para su correcta identificación. Será un trabajo arduo del que daremos cuenta cuando el catálogo resultante esté finalizado y entregado.
PD: Tan grata «jornada investigadora», se completó con la degustación de los manjares que bien se sirven en el Caserío. Muy recomendables las migas, un buen tomate «huevo de toro» aliñado con el mejor aceite, luego cordero al ajillo y para rematar un buen tocino de cielo.
Inquieto e interesado en casi todo...
Historias de la Telefonía en España 
Curioso que conserven tantos modelos diferentes.