A mediados de junio de 2025, saltó la noticia de la posible puesta en venta por parte de Telefónica de su edificio más señero, hasta ahora su sede institucional, en la madrileña calle de Gran Vía, del que se han escrito ríos de tinta, sobre todo por su destacado papel durante la Guerra Civil Española. ¿Caerá también éste convirtiéndose en un lujoso hotel?.. Mientras tanto añadiremos algunas otras historias «telefónicas» asociadas al edificio, como la que se cuenta a continuación.
Sería en diciembre de 1986 o enero del año siguiente, entonces el que esto escribe estaba asignado al todopoderoso Departamento de Conservación de la CTNE, que tenía su sede central en la madrileña calle de Leganitos. Concretamente en la sección de «Planta Interior Conmutación», en el negociado de los nuevos equipos electrónicos con «control por programa almacenado» -SPC- que se estaban desplegando en planta, exactamente en el Sistema 12, el «1240», y entonces…
Sería en diciembre de 1986 o enero de año siguiente cuando...me mandaron a «regar la toma de tierra» de Gran Vía.
¡Y no era una novatada!
No podía serlo, pues ya llevaba yo más de un lustro en la casa, y no estábamos para bromas por las complicaciones que veníamos padeciendo ante la inminente puesta en servicio de la flamante nueva central digital electrónica urbana del sistema 1240 de Standard Eléctrica S.A. (en 1986 pasó a ser Alcatel-SESA) en la más importante central del país que era (y es) Madrid/Gran Vía.
Y es que una buena toma de tierra, como es bien conocido, es fundamental para la protección de los equipos electrónicos (y las personas). Es imprescindible asegurar que toda la red de distribución interna de la tierra (o la masa) del edificio tenga una mínima perdida (máximo unos pocos ohmios) para asegurar la protección en caso de cortocircuito o descarga electrostática.
Además, la casi obsesión en el cumplimiento de las estrictas especificaciones y requerimientos (exigencias) de aquellos nuevos equipos era enorme… climatización (temperatura, humedad, circulación de aire), aseguramiento de los suministros eléctricos, etc… nos traían, sobre todo a los fabricantes y suministradores, por la calle de la amargura.
La de Gran Vía, en el centro de la capital del reino, era la tercera o cuarta gran central tipo CMGC (Central de Mediana o Gran Capacidad) con muchas líneas que se montaba en el país, después de la superfamosa de Salamanca/Concejo y la de Madrid/Almenara (la cuarta si contamos la de tránsito de la isla digital de Collado Villalba, de la que hablaremos en otra ocasión). La apuesta era grande y nos jugábamos mucho, pues al corte se transferían muchas líneas directamente de las antiguas unidades Rotary 7A2 (en Gran Vía no se llegaron a montar equipos de barras cruzadas tipo Pentaconta) con miles de veteranos abonados de todo el centro de Madrid. Así que no era cosa de broma, había que asegurarse que la toma de tierra del edificio estaba en condiciones.
No en balde, todas las tarjetas electrónicas del flamante nuevo equipo incluían una etiqueta bien visible avisando del riesgo de que una inoportuna descarga electrostática pudiera dañar algún delicado componente y averiarla. En las instrucciones de manejo se recomendaba incluso el uso por el operador de una muñequera de puesta a tierra.
Los equipos electromecánicos nunca fueron demasiado exigentes con la calidad de las tomas de tierra, sus debilidades eran otras, como el polvo o el desgaste, por lo que, con el paso del tiempo, y a pesar de que las rutinas de mantenimiento especificaban la necesidad de regar periódicamente las picas de las tomas de tierra de las centrales, lo cierto es que nadie recordaba dónde estaba…la dichosa «toma».
Y allí me enviaron en su busca.
Y su búsqueda me permitió visitar y descubrir los «sótanos» del gran edificio de Telefónica en la Gran Vía. No lo olvidaré.
Y es importante no olvidarlo porque ya no es posible contemplar los magníficos equipos que en el subsuelo del edificio soportaban el suministro asegurado de energía eléctrica para todos los sistemas de telecomunicaciones que allí funcionaban. En la primera década de este siglo se desmontarían en su mayoría transformándose el edificio, concebido hace cien años como central telefónica, para dejar espacio a funciones más institucionales (y en un próximo futuro ¡quién sabe!). Podemos conocer mucho de la historia leyendo el libro «1929-2019 Gran Vía 28» de Javier García Algarra y escuchándole en la entrevista que le hicieron en Radio 5 al respecto.
En la búsqueda, que no recuerdo bien si me llevó más de una jornada, visité las Salas de Fuerza y de Baterías y también el acceso a la Galería de Cables… En cada una de ellas impresionaba su contenido.
En las primera los grupos electrógenos, verdaderos motores de barco, el grupo Pelapone y su enorme «volante de inercia», los cuadros de maniobra con todos sus elementos montados sobre gruesos paneles de negra pizarra, los enormes vasos de las baterías abiertas. Algunas otras salas como las de transformación de alterna de las compañías eléctricas, sólo se podían observar a través de las rejillas que impedían la entrada… ¡Una pasada!
Y por fin, después de hurgar por todos los rincones, tras la puerta de un aparente almacenillo que empleaban los encargados de la limpieza, y que resultó ser el fondo de una columna interior de distribución de cables y conductos del edificio…
Allí en el patinillo, debajo de los cubos, fregonas y productos de limpieza… ¡estaba la arqueta…!
Hasta allí llegaba el grueso conductor de cobre que aseguraba la conexión eléctrica a la supuesta pica enterrada entre los cimientos del edificio. Bastó vaciar dos o tres cubos de agua sobre ella para cumplir la misión.
Poco después se puso en marcha el nuevo equipo como dejó testimonio, entre otros, el Hilo Directo, la nueva revista de los empleados que vino a relevar a QP, justamente en aquella fecha.
Sirva esta historia para presentar aquí, unas cuantas galerías fotográficas, la mayoría procedentes del Archivo Histórico que conserva la Fundación Telefónica, de los diferentes equipos referenciados.
Los cuadros de fuerza con paneles de mando sobre pizarra…
Y aquí algunos detalles con fotografías de los años 90…
Las salas de máquinas…
Las salas de baterías de acumuladores…
La galería de cables…
Etc…
Seguiremos buscando más testimonios fotográficos de lo que fue la infraestructura telefónica de la gran central de Madrid/Gran Vía.
Inquieto e interesado en casi todo...
Historias de la Telefonía en España 
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