Por fin, después de más de un año buscando el momento, surgió la oportunidad para poder ir y visitar con todo lujo de detalles, la torre telegráfica del sistema Mathé número 11 de la ruta de Madrid a Irún, la primera que fue restaurada en abril de 2002 con el patrocinio principal de la entonces Telefónica Móviles España.
La torre, fiel a su situación, se divisa desde todo su entorno altiva y dominante, soportando los vientos que, cuando se empeñan, siguen dejando huella en su estructura. Todos los que transitan desde la cercana autovía AP6 la pueden identificar fácilmente.


La torre 11 de Adanero. (Foto JR Iglesia)
En junio de 2024, a raíz de nuestra asistencia al seminario sobre telegrafía óptica celebrado en Valladolid y del que ya dimos cuenta aquí, surgió la idea de visitar esta instalación, tras saludar a Marco Antonio Garcés, también asistente, que fue precisamente el arquitecto encargado del proyecto de restauración citado.
Placa conmemorativa de la reconstrucción de 2002. (Foto JR Iglesia)
Y justo así, de la mano de Marco Antonio, cuyos comentarios incorporaban todo lujo de detalles, y con la colaboración imprescindible del personal del Ayuntamiento de Adanero, pudimos contemplar, por dentro y por fuera, nuestra torre de telegrafía óptica.
La galería de imágenes da por sí sola testimonio de lo interesante de la visita. Además, reavivamos unas cuantas de las cuestiones planteadas en las reuniones del grupo de trabajo que mantenemos en torno al tema de la telegrafía óptica (TELOP), grupo que se formó precisamente después del seminario vallisoletano citado.










Detalles de la cartelería que se muestra en el interior de la torre (fotos P Soler y JR Iglesia)










El grupo y diversos detalles exteriores (Fotos G. Multigner y P. Sabio)
Cuestiones sobre el telégrafo de Mathé:
El tema no es sencillo y aquí sólo pretendemos apuntar simplemente las dudas, unas viejas ya y otras recientemente surgidas, animando al lector a participar de ellas y, si fuera el caso a dar sugerencias al respecto.
- En primer lugar apelamos al mantenimiento necesario que requiere esta torre, que después de 23 años desde su restauración, reclama que se apliquen las reparaciones que la intemperie y la escasa supervisión ha provocado.
- Igualmente hay que exigir un plan de «explotación» de este estupendo recurso histórico-cultural. La inversión realizada en su día lo merece. En este sentido, suscribimos totalmente todo lo que Marco Antonio apuntaba, diez años después, en este documento: «Las torres de telegrafía óptica. Diez años después de la primera» (publicado en «Los papeles del Partal», nº 6 mayo 2014 págs. 119 a 134). Insistimos en alguno de ellos más abajo.
- Entrando en materia «telegráfica», la visita y sobre todo los detalles que aportó Marco Antonio nos hicieron replantear estos temas:
- El semáforo reproducido en esta torre es de bastidor simple. Tenemos un debate abierto en el cual algunos planteamos que, en esta primera ruta de Castilla, todas los semáforos fueron de doble bastidor (similares al reproducido en la torre de Monterredondo en Collado Mediano) de acuerdo a la descripción de Madoz. Lamentablemente, de lo que sabemos no existe evidencia «arqueológica» ni de una de otra solución en esta torre de Adanero. El tema sigue abierto.
- Tanto en este semáforo como en las otras reproducciones de Arganda y Collado Mediano, se han empleado tubos metálicos huecos de sección cuadrada. Ahora sabemos con seguridad que los bastidores originales fueron construidos con barras macizas de sección redonda.
- Igualmente nos planteamos dudas respecto de la mecánica empleada en las uniones de la estructura metálica original. La reproducción, está realizada empleando la soldadura entre los diversos elementos. A mediados del siglo XIX dicha técnica no estaba aún mínimamente desarrollada y las uniones debieron hacerse empleando bulones, remaches y quizás pernos roscados, pero no tenemos certeza en absoluto.
- Igual duda podemos manifestar en relación con los tirantes de acero que afianzan ahora la estructura.
- Uno de los motivos de la visita era inspeccionar el catalejo que sabíamos que se conservaba entre el escaso mobiliario de la torre. Como sospechábamos, nada tenía que ver con la época de la torre, ya que su procedencia es claramente posterior. Sí pudimos observar los orificios originales practicados en los muros para la observación de las torres contiguas por los torreros.





El catalejo (Fotos JR Iglesia)
Queremos dejar claro que estas dudas no invalidan en absoluto la solución práctica implementada en ésta y otras reproducciones y maquetas de las torres del sistema de Mathé, que en cualquier caso nos dan una idea perfectamente ajustada a lo que fue el sistema de telegrafía y su funcionamiento, permitiendo ilustrar y reproducir en la práctica el envío/recepción de mensajes.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Adanero
Esta curiosa iglesia, también restaurada bajo la dirección de nuestro guía, Marco Antonio Garcés, también tuvimos la ocasión de visitarla con todo detalle. No nos detendremos en contar las muchas singularidades que contiene, para lo cual os remitimos a esta web y os animamos a ver el vídeo que incluye.
Sin embargo, sí llamamos la atención sobre el chapitel que corona una de sus torres, con cuatro grandes ventanales a los cuatro vientos.






Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción Adanero (Avila). Detalles chapitel. (Fotos JRIglesia)
Este elemento constructivo, en seguida nos recordó otro similar que podemos ver en el Santuario de Nuestra Señora de Valverde en Fuencarral (Madrid), éste claramente identificado como luminaria, linterna, farol o candileja…, que de todas esas formas se puede llamar, y cuya función era la de señalizar y servir como referencia luminosa para los caminantes nocturnos.
Sin duda, en el caso de la iglesia de Adanero, esta sería también su función (descartándose totalmente el que se tratase de una entrada de luz para iluminación del interior), aunque será preciso encontrar alguna referencia a este uso en los textos, así como descifrar su funcionamiento que necesariamente pasaría por disponer de una llama interior, probablemente mediante lámparas de aceite o velas, con la complejidad y riesgos que suponía. Un nuevo tema de investigación cuyo resultado añadirá más valor, si cabe, al patrimonio cultura del enclave.
El entorno idóneo para una experiencia escolar, universitaria o turística excelente
Desde el campanario de la iglesia de Adanero, se divisa sin dificultad la torre de telegrafía óptica, siendo un lugar idóneo para establecer juegos de comunicación telegráfica desde ambos puntos. La visita combinada a la Torre de telegrafía y a la iglesia, junto con la descripción adecuada de sus historias respectivas y el «juego telegráfico», en manos de unos guías, monitores y profesores, instruidos previamente, dan una inmejorable oportunidad para desarrollar una excursión didáctica con escolares, universitarios, turista o interesados en general. Y si además se complementa con una degustación de la gastronomía local, entonces rozaremos la excelencia.
Será recomendable, mejorar los accesos al interior de la torre telegráfica, bien añadiendo una escalera fija exterior (como en el caso de la torre de Arganda) o (re)habilitando una entrada al nivel inferior (la que parece que ya existió).



Torre de Arganda con escalera exterior fija (Fotos Google Maps y castilloricsol.es) y en Adanero hueco del acceso que en su día estuvo accesible al nivel inferior.
Sólo se precisa que las administraciones implicadas, Ayuntamiento, Obispado y Comunidad de Castilla León, se pongan las pilas y fomenten la preparación de esta actividad que, una vez preparada y documentada, el proyecto didáctico resultante, debe ser ofertado de manera continua durante todo el año.
En lo que podamos colaborar… ¡Allí estaremos!





Continua comentado...